El gobierno de Mieres anunció en septiembre de 2013 su intención de revisar el alto tipo impositivo que aplicaba al Impuesto de Bienes e Inmuebles (IBI) para evitar que la actualización catastral que por entonces acababa de abordarse conllevase un "desproporcionado" incremento de los recibos. Los gestores de IU aprobarán hoy en Pleno una rebaja del citado baremo fiscal. Se trata de la segunda que aborda el Ayuntamiento en apenas un año, lo que no hace más que atestiguar el enorme aumento de la presión fiscal que supuso la revisión catastral de 2014.

El Ayuntamiento de Mieres celebrara hoy un pleno extraordinario en el que se abordará la modificación de la ordenanza fiscal relativa al IBI correspondiente al año 2019. En concreto, el tipo del IBI urbano pasará de 0.877 a 0.854. Cabe recordar, en este sentido, que a finales de 2017 ya se aprobó una reducción del tipo del IBI urbano, pasando de 0,926 al actual 0,877, por lo que ésta es la segunda bajada de tipos consecutiva planteada por el gobierno local para este impuesto. El objetivo es, según remarcan los portavoces municipales, "aminorar el coste fiscal que soportan las familias en un momento marcado por la crisis y el desempleo".

Mieres recaudó el año pasado 7,27 millones de euros a través del IBI. El incremento anual fue del 5,8%, el más intenso de los registrados en los principales ayuntamientos, junto al de Avilés. Se trata de un incremento, además, que viene arrastrado desde hace 4 años. El Ayuntamiento quedó en 2014, aparentemente, obligado a reducir el tipo impositivo que aplicaba al IBI, que en aquel momento estaba por encima del 0,92; el tope que permite la ley. El problema es que con la revisión catastral al alza el municipio quedó suspendido en un complejo juego de equilibrios. Inicialmente, la subida de los recibos quedó amortiguada, en un juego de contrapesos, por las bonificaciones que están vigentes hasta 2025. El problema es que esta cobertura desaparece progresivamente, por lo que ha tenido que ser compensada, para evitar que se disparen los costes, con la rebaja del alto tipo impositivo local. La cuestión se centra en saber cuándo deben acompasarse ambos procesos. El gobierno local ha tenido que corregir a la baja dos veces seguidas.

El resto de las ordenanzas fiscales para el año 2019 seguirán sin cambios con respecto al ejercicio actual, manteniendo por tanto la congelación de los impuestos municipales por quinto año consecutivo. "Seguirán vigentes las bonificaciones y exenciones en las principales tasas con el objetivo de que paguen menos quienes menos tienen y de proteger a las familias más vulnerables", señaló ayer el gobierno local. "Por poner solo un ejemplo, cabe destacar que solo en la tasa del servicio de ayuda a domicilio, las exenciones y bonificaciones suman más de 700.000 euros. Unas bonificaciones y exenciones de las que se benefician cientos de personas y familias en el concejo", añadieron.