Denuncia laboral sin precedentes en la comarca. Un grupo de extrabajadores de Triman Minerals, grupo con dos plantas en Mieres y en proceso concursal (figura anteriormente conocida como suspensión de pagos), ha denunciado a los responsables de la firma y a un representante sindical de UGT por la negociación de un Expediente de Regulación de Empleo que culminó con el despido de once personas: los acusan de presuntos delitos de estafa y contra los derechos de los trabajadores. Aseguran que la negociación fue "irregular" y debe anularse. El Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo ha abierto diligencias.

La denuncia se refiere al despido de once trabajadores de la planta del polígono de Loredo que se tramitó a finales de 2017. "Desde la dirección de la empresa en fechas no determinadas exactamente, pero con anterioridad a noviembre de 2017, se planea acudir a realizar por causas económicas un despido colectivo", señala el texto.

La modalidad de despido a seguir (despido colectivo), apuntan los querellantes, "es más favorable para los intereses empresariales pero se exige el cumplimiento de determinados requisitos". Uno de ellos, que los trabajadores que serán despedidos no estén previamente determinadas. El otro es que "las negociaciones entre empresa y representantes de los trabajadores se hagan bajo el imperio de la buena fe".

Y aquí es donde la demanda centra la atención en la persona que actuaba como delegado sindical de UGT en el momento en el que se produjeron los hechos: "Para asegurarse del éxito del ERE, desde la dirección de la empresa se consigue su colaboración (la del citado delegado), que se presta a ello traicionando sus intereses de clase y a sus compañeros", afirman en el texto de la demanda. Y hubo más engaños, añaden, como el de "dos trabajadoras a las que se les promete su posterior readmisión para que voten a favor del despido colectivo". Estas dos empleadas fueron incluidas, siempre según la versión de los denunciantes, "para alcanzar el número de despidos marcado por ley en la figura de despido colectivo que se siguió". Los querellantes entienden, por tanto, "que se había determinado ya qué nueve empleados serían despedidos con anterioridad a la tramitación del ERE".

"La dirección los mantenía a todos ellos (a los trabajadores que fueron posteriormente despedidos) sin tarea a realizar, sin instrumentos de trabajo y confinados en el comedor de la empresa a la espera de que se terminase con la tramitación del ERE". Todo ello, apuntan, "contraviene la legislación laboral, contra la naturaleza de esta modalidad de despido y la negociación de buena fe, trayendo aparejada la nulidad de la medida".

El Juzgado de Instrucción número 3 de Oviedo considera que "se relatan en ella (en la querella) hechos que pudieran ser constitutivos de un delito (?) de estafa procesal y contra los derechos de los trabajadores". Ha abierto diligencias, como la solicitud de documentación tanto a Triman Minerals como a UGT sobre el proceso para la negociación de este Expediente de Regulación de Empleo. Los querellantes están llamados a declarar el 4 de diciembre, en la citada sala.