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Una hora para recorrer tres kilómetros

Las familias de ocho estudiantes de Pedrea, en Lada, que van al instituto en La Felguera, piden revisar las rutas del autobús escolar: "Es surrealista"

Estudiantes de Pedrea, con sus familias, ayer, junto a la parada. J. R. SILVEIRA

Son ocho niños, de edades comprendidas entre los 12 y los 14 años, y tienen que coger el autobús a las 7.20 de la mañana para llegar a clase a las 8.30. Un recorrido de más de una hora para cubrir los poco más de tres kilómetros que separan Pedrea (una población próxima a Lada) del IES Cuenca del Nalón, en La Felguera. Además, debe recorrer más de medio kilómetro a pie, hasta la parada, "cuando a los chavales de otros pueblos los dejan a la puerta de casa". Esta es la queja que media docena de familias de Pedrea han planteado al Consorcio de Transportes de Asturias y a los responsables educativos. "Lo que pedimos es que gestionen mejor las rutas porque la situación actual no es asumible", explican.

Alicia López es una de las madres afectadas. "Anteriormente el autobús paraba en San Miguel, más cerca de Pedrea, y pasaba a las 8.05, un horario razonable para hacer un trayecto de tres kilómetros. Ahora han puesto la parada más lejos, en El Caleyo, y el recorrido dura más de una hora", indica. La situación ha cambiado por la necesidad de reestructurar las ruta para incluir a dos nuevas estudiantes de otra población. "Lo que queremos es que lo gestionen mejor porque el otro autobús va con plazas libres, es incomprensible".

Junto a la "excesiva" duración del trayecto, las familias se quejan del tramo que tienen que hacer a pie los estudiantes, de más de medio kilómetro. "Los chavales tienen que levantarse a las 6.30 de la mañana para empezar a prepararse e ir caminando hasta la parada unos 700 metros, cuando todavía es de noche. La situación se repite por la tarde, al regresar a casa", expresó López, que añadió: "En otros pueblos dejan a los chicos a la puerta de casa y en nuestro caso la parada no sólo no está en el pueblo, sino que ahora nos la han puesto más lejos".

Otro de los problemas, ya resuelto, fue que, al principio, "no había plazas para todos y algunos chavales tenían que ir de pie. Una vez dejaron a uno en tierra para ir a buscarlo después y en otra ocasión les dijeron que se echaran al suelo porque se cruzaron con la Policía", indicó López.

Consorcio

Sandra Avilés tiene a dos hijos que cogen el transporte escolar. "Es algo surrealista que un recorrido de autobús para recorrer tres kilómetros dure más de una hora y que nuestros hijos tengan que caminar medio kilómetro para llegar a la parada, que está dos pueblos más allá. Cuando fuimos a quejarnos al Consorcio nos dijeron que si nuestros hijos eran tontos y no podían ir solos a la parada; no nos parecen formas", explicó Avilés, que no ocultó su indignación.

Por el momento, las familias se están organizando para llevar a los estudiantes en coches de forma rotatoria, "al menos en el viaje de ida". "Llevamos con este problema desde septiembre y reclamamos que nos den una solución de una vez por todas", concluyó Alicia López.

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