Los vecinos de los inmuebles próximos al viejo cine Esperanza de Mieres consideran que el Ayuntamiento de Mieres no está tomando las medidas necesarias para garantizar la seguridad de estas viviendas ni de los transeúntes y conductores que diariamente pasan frente al céntrico edificio. Tras los últimos desprendimientos en la fachada, los residentes de las viviendas anexas sostienen que la estructura ofrece cada vez más claros síntomas de estar sufriendo un rápido e imparable deterioro: "Las humedades en el interior de las casas van en aumento debido a las filtraciones que genera el antiguo cine. Y todavía nos queda por delante todo el invierno", apunta Conchi Hernández, portavoz del grupo de vecinos que lleva meses alertado al Ayuntamiento de lo que está sucediendo en el interior del inmueble.
Los vecinos están convencidos de que habrá más desprendimientos: "El árbol que sobresale por una grieta está resquebrajando la fachada y los cuadros de las ventanas están muy dañados", indican los afectados. "Las piedras que han caído estos días son de un tamaño considerable, más grandes que ladrillos. La zona no está suficientemente protegida y el riesgo para los peatones o los conductores es elevado", explica el propietario de uno de los bajos comerciales cercanos al cine.
El Ayuntamiento descarta en estos momentos iniciar un procedimiento que tenga como objetivo forzar a los propietarios del antiguo cine a que derriben el edificio, que perdió su protección como bien patrimonial. Lo que sí ha hecho la administración local es tramitar una orden de ejecución para que los dueños "tomen las medidas necesarias en materia de seguridad y ornato". Además, deberán de presentar un proyecto para una actuación arquitectónica. Es decir, un plan para asegurarse de que los problemas con los desprendimientos y esos daños que preocupan a los vecinos se solucionarán en un plazo determinado de tiempo. El Ayuntamiento, en todo momento, ha venido apostando por mantenerlo en pie. En 2016, el Consistorio ya había elaborado un informe técnico sobre el estado del edificio. El documento atestigua el avanzado, y evidente, estado de deterioro. El edificio, además, está situado en la calle Teodoro Cuesta que es una de las vías del casco urbano con una mayor carga de tráfico. A pesar de dar fe de los cristales rotos, las grietas y las humedades, el informes técnico descartaba entonces la necesidad de que tuviera que ser derribado debido a su ruinoso estado. Y ahora, sin documentos pero sí con hechos, el Ayuntamiento reitera su posición.
Los vecinos sienten que el deteriorado estado del antiguo cine Esperanza es un peligro para esta zona de la ciudad. Además, advierten de que han visto a personas en el interior del edificio. Dan por hecho de que se trata de indigentes que entran por las noches en busca de cobijo. El que fuera un macizo edificio de hormigón presenta grietas en su fachada de varios metros de longitud y perfectamente visibles desde la calle Teodoro Cuesta. Los vecinos de la zona aseguran que lo peor se esconde dentro de los muros del edificio.
El antiguo cine Esperanza ya lleva 16 años cerrado. Cristales rotos, pintadas, humedades y un estado general de abandono reflejan el declive del inmueble. El lúgubre estado de la instalación no pasa desapercibido. Esta circunstancia, unido a otros casos similares, hizo que el gobierno local emitiera el año pasado un bando solicitando a los propietarios de bajos comerciales que actualmente estén en desuso que procedan a mantenerlos en las adecuadas condiciones.
