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Bustiello se rebela contra la "hostilidad" que está avivando la protección cultural

Bustiello se rebela contra la "hostilidad" que está avivando la protección cultural J. R. SILVEIRA

Un año ha pasado ya desde la declaración del poblado minero de Bustiello como Bien de Interés Cultural (BIC). Una declaración que engloba también los cuarteles de Santa Bárbara, el hospitalillo de la Sociedad Hullera Español (en muy mal estado), la iglesia (también afectada por el deterioro) y la mina Dos Amigos. En la práctica nada ha cambiado. Bueno, hay una cosa que sí ha cambiado: los vecinos están frustrados y desengañados hasta el punto de que no han participado en los actos que el Ayuntamiento de Mieres organizó días atrás para conmemorar la declaración. Son muchas las quejas que plantean. Sienten que están haciendo frente a todas las desventajas que conlleva residir en el marco de un BIC, algo insólito, sin disfrutar de ninguna de sus ventajas. Perciben una actitud "hostil" por parte del Ayuntamiento.

Bustiello cuenta con unas 45 viviendas, a las que hay que sumar otras 24 ubicadas en la barriada de Santa Bárbara. En el poblado residen de forma permanente algo más de medio centenar de personas. A raíz de la tramitación el BIC, se constituyó una asociación a la que se puso el nombre de "La Pudinga". La elección de esta denominación ya es reveladora. El termino hace referencia al conglomerado de cantos rodados que se encontraba en los viales del pueblo hasta 2011 y que fue retirado durante unas obras de reforma en contra del criterio de buena parte de la comunidad. Este colectivo se encarga ahora de canalizar el malestar creciente que existe entre los propietarios.

Para empezar, los vecinos se quejan de que a pesar de que la cobertura del BIC les exime de pagar el IBI (algo que les remarcó el Ayuntamiento desde el primer momento) como contraprestación por estar sujetos a normativas singulares, siguen pagando este impuesto. Explican que la Agencia Tributaria les reclama un certificado de protección que el Ayuntamiento no ha tramitado y, por lo tanto, no les puede facilitar para cumplimentar el trámite que se les exige. "Ha pasado un año y, a afectos prácticos, la administración parece que no reconoce a Bustiello como BIC. Los políticos, una vez conseguida su propia rentabilidad publicitaria, parece que se han desentendido del poblado", apuntan los portavoces de la comunidad.

Las viviendas de Bustiello y Santa Bárbara han quedado bajo una protección patrimonial limitadora en muchos aspectos. En este punto, hay que subrayar que la declaración de BIC no obliga a que se tengan que abordar modificaciones en las edificaciones afectadas por la catalogación. Sí hay condicionantes en el caso de que se quieran hacer reformas voluntariamente. Se podrán hacer, pero bajo unos parámetros previamente establecidos. Los vecinos asumen estas normas, pero se quejan de la falta de contraprestaciones.

"Nosotros estamos a favor de la declaración y asumimos la parte que nos corresponde, pero al final somos los únicos que nos preocupamos por el mantenimiento de los espacios e inmuebles públicos". La asociación "La Pudinga" se queja del mal estado, rozando la ruina, en que se encuentra el antiguo hospitalillo. También apuntan que la iglesia presenta graves deficiencias: "Si todos estos años no nos hubiéramos preocupado los vecinos de mantenerla ahora estaría como el sanatorio, casi en ruinas". Actualmente los portavoces del pueblo están intentando negociar con el Arzobispado una actuación en el templo, inaugurado en 1894. "Estamos dispuestos a colaborar, buscando subvenciones y ayudando en todo lo que esté en nuestra mano, pero no percibimos ningún interés del Ayuntamiento por conservar en buen estado Bustiello", lamentan los vecinos. Afirman percibir hacia ellos una "actitud hostil".

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