​Boquetes en las paredes, cables, losetas y puertas arrancadas, cristales rotos por el suelo, una fachada desaparecida... La estampa actual de Ornalux -la firma de fabricación de luminarias que echó el cierre hace un lustro en el polígono de San Mamés (San Martín del Rey Aurelio)- parece sacada de una película posapocalíptica. La que antaño era una de las firmas que debían abanderar la reactivación en el Valle -cerró con 60 trabajadores, atrajo a delegaciones de otros países para buscar acuerdos comerciales y fue escenario de la grabación de vídeos artísticos por el innovador diseño de su espacio interior- se marchita hoy, víctima de los actos vandálicos y de los abundantes robos de material y de elementos constructivos.

El expolio llega a tal punto que incluso se han llevado hasta la fachada principal, desprovista ahora de los antiguos paneles acristalados que la revestían. Los cuadros metálicos que la sustentaban también han sido arrancados, con lo que el interior del edificio puede verse ahora desde la calle de forma totalmente diáfana, como si fuera una viñeta del "13, Rue del Percebe".

La situación en la que se encuentra la nave del polígono de San Mamés ha despertado la críticas del grupo municipal de IU en San Martín, que ayer pidió al Ayuntamiento la "adopción de las medidas y actuaciones necesarias para frenar el deterioro de las instalaciones que están degradando y dañando la imagen del entorno y que a este paso quedarán totalmente destruidas". También reclaman desde la coalición de izquierdas poner en marcha un convenio de colaboración para reformar la instalación e impulsar en ella "un nido de emprendedores, campo en el que además se podría contar con la colaboración del Idepa".

Abandono

El equipo de gobierno del PSOE, apuntó Manuel Reinoso Simón, concejal IU, debe "abandonar la pasividad en la que se encuentran y tomar medidas urgentes para frenar la vergonzosa situación de abandono y deterioro de las instalaciones de Ornalux, que están siendo totalmente desvalijadas y destrozadas". Según relató Reinoso, tras el proceso de liquidación y cierre, la propiedad de las instalaciones pasó a manos de una entidad bancaria que "las mantiene en venta sin encontrar comprador, una situación de abandono que favorece su expolio y robos; antes de que el deterioro sea mayor, desde IU se hace un llamamiento a la Alcaldía para tomar medidas para impulsar su conservación, aprovechamiento y puesta en valor".

Ornalux, que entró en concurso con unas deudas de más de cinco millones de euros, obtuvo más de 771.000 euros de subvenciones de fondos mineros para instalarse en San Mamés.