Los vecinos de la calle Teodoro Cuesta de Mieres están en vilo. Otra fachada ha sufrido desprendimientos, sólo unos días después de que parte del muro frontal del antiguo cine Esperanza se viniera abajo. Se trata del portal número 9, y la Policía Local ha precintado la acera para evitar que se produzca un accidente. Esta calle es una de las más transitadas de Mieres, tanto por peatones como por vehículos, y el Ayuntamiento reclama a las comunidades y propietarios que "se ocupen del correcto mantenimiento" de las viviendas.

El Ayuntamiento, en principio, no había hecho ningún requerimiento a los propietarios de este inmueble. Según fuentes municipales, "no consta que se trate de un edificio en ruinas y creemos que estamos ante un problema puntual". En todo caso, la responsabilidad es íntegramente de la comunidad. Según la normativa vigente, los propietarios tienen un plazo para abordar las obras necesarias que garanticen la seguridad de los vecinos.

Caso distinto es el del edificio del cine Esperanza. Clausurado en 2002, fue la última sala de proyecciones en el casco urbano. Durante los últimos años, se han sucedido los desprendimientos y la polémica entre los vecinos de la zona y los propietarios. Los residentes de las viviendas anexas sostienen que la estructura ofrece síntomas de estar sufriendo un rápido deterioro.

El Ayuntamiento ha enviado varios requerimientos a los propietarios, pero no ha iniciado ningún trámite que tenga como objetivo forzarlos a derribar el inmueble. Son los dueños del edificio los únicos que pueden tomar una decisión sobre el futuro del edificio. Ahora bien, desde el Consistorio se les ha requerido que "tomen las medidas necesarias en materia de seguridad y ornato".

Trámites administrativos y, mientras tanto, los vecinos aquejan las molestias. Actualmente, pasear por la calle Manuel Llaneza no es fácil. Menos para aquellos que van con carrito de bebés o con movilidad reducida. Las aceras están parcialmente precintadas a ambos lados de la calle.