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El futuro de la hullera estatal

La plantilla de Hunosa, con mil mineros, elegirá mañana a sus líderes sindicales

Los trabajadores afrontan una votación histórica por el incierto futuro del sector y la merma de empleados, que llegaron a ser 25.960

Un minero en el pozo Santiago de Aller. MIKI LÓPEZ

Elecciones sindicales en un año decisivo para la empresa Hunosa. La compañía estatal celebrará los comicios para elegir a sus representantes mañana, en una votación que será la menos concurrida de la historia. Actualmente, la hullera pública cuenta con algo más de 1.000 trabajadores. Llegaron a ser cerca de 25.960 en los años setenta del pasado siglo.

Aún con una participación total, las urnas tendrán menos papeletas que nunca. Y eso que, este año, Hunosa se juega mucho. El cierre de las minas, previsto para el último día de este año, es una sombra alargada que pone en jaque el futuro de la empresa estatal. La empresa estrenó directiva este año, tras el cambio de siglas al frente del Gobierno central (del PP al PSOE). María Teresa Mallada, primera mujer al frente de la empresa estatal, fue sustituida por Gregorio Rabanal. Desde un primer momento, y a través de un comunicado público, la directiva anunció su intención de "potenciar su diversificación en la actividad, profundizando en las líneas de negocio ya existentes y buscando otras".

Buenas intenciones que, hace una semana, se tambalearon con el borrador del anteproyecto de ley de cambio climático y transición energética. El documento, elaborado por el Ministerio que encabeza Teresa Ribera, incluye -tal y como adelantó este diario- un artículo que puede hacer peligrar la continuidad de la hullera. Alude a los subsidios y desinversiones de combustibles fósiles. Con la entrada en vigor de la normativa, quedarían prohibidas las ayudas "que favorezcan el consumo de combustibles fósiles".

La preocupación recorrió a las comarcas mineras. Pero fuentes del Ministerio aseguraron que la hullera no se verá afectada, ya que mantener una explotación abierta dentro de la firma estatal -aunque sea para abastecer a la central térmica de La Pereda- se consideraría "un nuevo proyecto, siempre que cumpla con la normativa europea". La respuesta de la Federación Socialista Asturiana (FSA) también llamó a la calma. Sea como fuere, mañana la plantilla escogerá a los representantes que tendrán que defender el futuro.

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