Una comida por la nostalgia y una sobremesa llena de recuerdos. Antiguos trabajadores de minas Figaredo se reunieron para celebrar su comida anual. Una tradición que empezó con el cierre del pozo, en el año 2007. Aquella primera vez, se sentaron a la mesa quince extrabajadores de la explotación mierense. En esta edición, la convocatoria reunió a ochenta exmineros que trabajaron en las entrañas del emblemático pozo.

José Montes, uno de los miembros de la organización, explicó ayer que "en algunas ocasiones, llegamos a ser más de noventa". Cada año hay dos convocatorias, señaló. Esta ha sido una edición especial, ya que se conmemora el 40.º aniversario de la intensa movilización en el pozo por su integración en la hullera pública. Algo que se logró, por lo que el pozo Figaredo pasó a depender de la empresa Hunosa.

Esta emblemática explotación minera del valle de Turón comenzó a funcionar en el año 1902, y acabó cerrándose con los recientes planes del carbón, en el año 2007. Precisamente en sus instalaciones estaba previsto desarrollar un parque tecnológico y empresarial, y proyecto aplazado reiteradamente y que ahora ha logrado 3 millones de euros en el borrador de presupuestos regionales.