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Una familia que corre unida

El langreano Roberto Barroso se aficionó al "running" hace un año por su hijo, que viaja a Baréin a competir en un "Ironman"

Roberto Barroso y su hijo Fernando, en La Felguera. FERNANDO GEIJO

"Al mundo del deporte llegué tardísimo, pero aunque estoy cerca de cumplir los 61 años, nunca me he encontrado físicamente tan bien". Así relata el langreano Roberto Barroso su experiencia con el "running", una disciplina a la que se aficionó hace un año y que "engancha, de verdad". Pero el deporte ya era algo habitual en la familia. Su hijo Fernando está acostumbrado a triunfar en las competiciones de triatlón y ahora se ha marcado un nuevo reto, participar en el "Ironman" que se celebrará el próximo sábado en Baréin, en la costa este del golfo Pérsico, donde debutará, además, como profesional. En este caso, la afición no se trasladó de padre a hijo, sino al revés.

Fernando Barroso comenzó a aficionarse al deporte con solo ocho años. Primero en natación y después, ya con quince, en el triatlón, una disciplina que combina en la misma prueba natación, ciclismo y carrera. "Se puede decir que llevo casi treinta años vinculado al deporte", aseguraba este langreano. Y desde entonces, siempre contó con el apoyo de sus padres. "Íbamos a todas partes con él, incluso a Italia cuando participó en el campeonato de Europa, y después nos hemos recorrido España varias veces", destacó su progenitor. Con el tiempo, este apoyo se convirtió en afición personal. "Llevo un año más en serio con el deporte; comencé por salud, primero caminando pero después corriendo, y ahora salgo a correr prácticamente a diario", explica Roberto Barroso. Y no sólo eso, también ha comenzado a participar en competiciones deportivas: "Participé el mes pasado en la carrera del Mediterráneo, entre Alicante y Santa Pola, de algo más de veinte kilómetros y medio; y ya me he apuntado para la media maratón que se organizará en Santa Pola, el próximo mes de enero".

Entonces será el padre quien cuente con el apoyo de su hijo y el resto de su familia. "A las pruebas anteriores no pude ir, pero en la de enero sí pienso estar", afirmó Fernando Barroso. Aunque de momento, esta familia está centrada en la prueba de Baréin, que será todo un reto para el atleta langreano y a donde acudirán también su madre y su hijo para apoyarle. "Va a ser otro nivel porque competiré con deportistas que viven de los premios que ganan y de los esponsor que reciben, a diferencia de mi". De hecho, como aseguró, participar en esta "Ironman" no está al alcance de todo el mundo. "Llevaba años queriendo participar en una de estas pruebas, pero sale muy caro, tanto por la inscripción como por el viaje", explicó el langreano. En esta ocasión, hizo mucho el apoyo de su padre, "porque le estuve achuchando para que se presentase", aseguraba; como la ayuda de un amigo que vive y trabaja en Baréin. También consiguió que la federación española le diese la carta para poder correr en la categoría élite, que es como se conoce en España a la competición profesional.

La prueba

El "Ironman" al que se enfrentará Fernando Barroso el próximo sábado será duro. Tal y como explicó, son dos kilómetros nadando, otros noventa en bicicleta y veintiuno de carrera. Su objetivo principal es acabar la prueba, pero si queda en un buen puesto, mucho mejor. Tras esta competición, el atleta aseguró que se tomará un tiempo para descansar. "Ya quería haber parado en octubre, pero me salió lo de participar en el 'Ironman' así que tuve que seguir un poco más", señaló. Durante estas últimas semanas se ha estado entrenando duro para conseguir su objetivo. Baréin espera al langreano.

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