El ganadero de Caso acusado de dejar a su ganado sin comida, agua y luz, además de dejar morir de hambre y falta de cuidado a una de sus vacas, aceptó ayer una pena de cuatro meses de prisión tras admitir lo ocurrido ante el juez del juzgado de los Penal número uno de Langreo. La pena de cárcel se conmutará por un tratamiento para combatir el alcoholismo, según pactó su abogada con el Fiscal. El hombre aseguró ante el juez que "voy a vender todos los animales".

La vista estaba señalada para ayer por la mañana en los juzgados langreanos. J. M. B., de 63 años, se enfrentaba a una condena de un año de cárcel acusado de un delito de maltrato animal. Tal y como señalaba el informe de la Fiscalía, el ganadero, propietario de una explotación en Caso, "hizo voluntariamente dejación de los mínimos deberes de alimentación de las reses, así como del cuidado de las mismas, provocando una situación de sufrimiento y lenta agonía de algunas de las cabezas de ganado". Así, continuaba el documento del Ministerio Público, "tenía en una primera cuadra a cinco cabezas de ganado sin heno alguno para su alimentación, y con acumulación de estiércol, de varios días, presentando los animales una significativa delgadez como consecuencia de la desnutrición". También tenía "una segunda cuadra, carente de iluminación alguna y sin alimento para el ganado, con una res suelta; por último, en una tercera cuadra había cuatro cabezas de ganado, que permanecían en una total oscuridad, sin agua y sin heno. Una de las reses estaba en estado caquéctico y agónico, y por decisión facultativa tuvo que ser sacrificada, al ser irrecuperable. Asimismo en la finca se encontró, bajo un toldo, el cadáver de una vaca, que presentaba la misma apariencia famélica".

En el acuerdo alcanzado entre la defensa y el fiscal, se acepta la eximente incompleta por alcoholismo. La condena de cárcel será conmutada por un tratamiento para combatir el alcoholismo, que deberá emitir informes de forma trimestral sobre su evolución, que se enviarán al juzgado. Asimismo, el ganadero no podrá ejercer profesión, oficio o comercio que tenga relación con animales, tampoco su tenencia, durante un año y tres m eses. Este aspecto fue reseñado por el propio ganadero, quien dijo que "ya sé lo que tengo que hacer".