La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La negociación del plan de la hullera pública

Las incógnitas del futuro de Hunosa

La empresa, que salvo giro de última hora dejará de sacar carbón en 15 días, tiene como gran esperanza su metamorfosis en grupo de energías verdes

Mineros en un relevo en el pozo Santiago, en Aller. MIKI LÓPEZ

Hunosa, la gran empresa minera de Asturias que llegó a tener más de 25.000 trabajadores, se encuentra ahora en el alambre. El actual Gobierno, con todas las medidas que ha tomado hasta el momento, parece dispuesto a finiquitar la producción energética con carbón. A 31 de diciembre, en dos semanas, los pozos que siguen funcionando (Nicolasa, Santiago y Carrio) deberán dejar de extraerlo. Sería la primera vez en 425 años que no se saca carbón en Asturias (Felipe II permitió su explotación en la mina de Arnao en el año 1593). El proceso de negociación de lo que va a ser Hunosa en el futuro está abierto (el plan de empresa termina este mes), pero su principal actividad, el carbón, está abocada a la desaparición, salvo giro de última hora. Hunosa afronta las próximas fechas con más incógnitas que nunca.

¿Cuántos trabajadores son? La empresa minera alcanzó su número máximo de trabajadores en 1969, dos años después de su creación. Eran entonces 26.590 empleados. A 30 de noviembre de este año, y según datos sindicales, se ha bajado ya de los mil trabajadores. Serían exactamente 997 los empleados que dependen directamente de la hullera. Eso sí, a estos puestos de trabajo hay que añadir los del resto del grupo Hunosa: 4, en Sadim; unos 30, en Sadim Ingeniería, y cien más, en Fusba (Fundación Santa Bárbara). También hay que tener en cuenta a las subcontratas que trabajan en las distintas instalaciones de la empresa. Entre pozos, el lavadero del Batán, la central térmica de la Pereda y los servicios de seguridad y limpieza son casi 400 empleos más. De este modo, más de 1.500 personas siguen dependiendo directamente de Hunosa.

¿Hunosa sin carbón? El 1 de enero de 2019 se empieza a aplicar la decisión 787 del Consejo de la Unión Europea, que prohíbe a las empresas que han recibido ayudas estatales seguir sacando carbón. La condición que se pone para que puedan continuar haciéndolo es devolver, íntegramente, estas subvenciones. Algo inviable, para Hunosa, y para todo el sector del carbón en España. La intención de los sindicatos mineros, SOMA-Fitag-UGT, y CC OO de Industria es la de lograr una excepción para la empresa, al tratarse de una compañía de carácter estatal. Además, para producir energía, no debería vender su mineral a las eléctricas, ya que podría consumir su carbón en la central térmica propia, la Pereda. Esta medida permitiría a la plantilla de Hunosa seguir trabajando como hasta el momento.

Sin embargo, ni la posición mostrada de momento por la SEPI (sociedad estatal propietaria de Hunosa), que de momento "no ha presentado su plan de futuro para Hunosa", según los sindicatos, ni por el Gobierno de Pedro Sánchez, parece indicar que vaya a haber un cambio de postura. Tampoco lo propicia la UE, que eso sí, no insta a una descarbonización de la economía tan acelerada como la que se está empezando a producir en España. De hecho, la ley "verde" que impulsa la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, niega al sector público la posibilidad de tener empresas que exploten combustibles fósiles, como es el caso de Hunosa. Los sindicatos claman por una "transición justa", que permita que "no se pierda ni un empleo más", y que los puestos de trabajo que se destruyen en la mina se generen en otras actividades, dentro Hunosa, o a través de la diversificación económica de las comarcas mineras, "completamente olvidada" en los últimos años.

¿Qué se hace sin carbón? Cerrar un pozo minero no es sencillo. En caso de que no se llegue a un acuerdo para seguir extrayendo mineral, las tareas de desmantelamiento y de seguridad se pueden prolongar "varios años". Hay que tener en cuenta que buena parte del subsuelo de las Cuencas (y del resto de Asturias) es como un queso Gruyere, está lleno de agujeros y de túneles (más de 5.000 kilómetros). Cuando cesa la extracción de carbón en cada pozo, es imprescindible llevar a cabo una serie de complejas tareas de mantenimiento para que el cierre no tenga repercusiones en la superficie.

¿La Hunosa "verde"? Hacer de Hunosa una "potencia" en lo que a energías renovables se refiere fue una de las promesas de Pedro Sánchez durante las primarias del PSOE. También el nuevo Plan del Carbón, aprobado en octubre, asegura que se "podrán contemplar herramientas de política energética para la implantación de iniciativas empresariales de carácter energético en la zona, pudiendo utilizarse la celebración de subastas específicas de renovables para estos territorios". De momento, en la mesa de negociación de Hunosa no se han realizado propuestas concretas. Los trabajadores sí las tienen. Una de ellas es la planta de biomasa de Reicastro (Mieres), un proyecto que llegó a estar muy avanzado y que encaja "perfectamente" en lo establecido en el Plan del Carbón. Hunosa tiene los terrenos y los bosques necesarios para hace de esta iniciativa una realidad "sostenible". Pero también está el dar un impulso "decidido, no como hasta el momento" por la energía geotérmica, así como por la restauración de espacios degradados. El futuro de Hunosa puede estar en el sector energético, pero debe avanzar de forma mucho más decidida y veloz que hasta el momento si lo que se pretende es poder mantener el actual nivel de empleo de la empresa.

¿Y las prejubilaciones? De momento, y según lo acordado entre sindicatos y Gobierno, el llamado plan social de Hunosa se prolonga hasta el año 2020. De esta forma, hay aseguradas prejubilaciones en el sector hasta dentro de dos años. Algo que no tranquiliza a los sindicatos, porque según sus datos, de las 997 personas que siguen contratadas directamente por la empresa, únicamente 140 alcanzarían la prejubilación en este periodo. Así, quedan "fuera", y pendientes de la negociación del actual plan de empresa, casi 860 trabajadores, el grueso de la plantilla.

¿Cómo va la negociación? Hasta el momento, tras varias reuniones para aplicar un nuevo plan de empresa en Hunosa, aún no se conoce la postura de la empresa. En los encuentros se han puesto sobre la mesa los incumplimientos del anterior documento, "sistemáticos", tal y como apuntan los sindicatos, excepto en la cuestión de las prejubilaciones. José Luis Alperi, del SOMA, espera que la SEPI presente ya un plan que permita "seguir sacando carbón, y avanzando en la transformación en un grupo industrial energético". Algo que debe hacerse "ya. Si no se hace, no nos quedaremos parados. Debe despejar incógnitas". Rubén García, de CC OO, aseguró que "si no hay avances, pasaremos de las palabras a la movilización. Muy pronto, es cuestión de días, si no hay avances". "El Gobierno actual", añadió, "o hace de Hunosa un orgullo de la transición energética, o nos habrá mentido a todos. Porque fue lo que nos aseguraron. Hunosa tiene que ser un ejemplo de la transición justa. No permitiremos otra cosa".

Compartir el artículo

stats