Los vecinos del campo asturiano también están con los trabajadores de la industria en sus reivindicaciones. Así quedó claro ayer en Caso, donde medio centenar de personas participó en una concentración de apoyo a los empleados de la planta avilesina de Alcoa, que la multinacional pretende cerrar.

En el acto hubo sobre todo vecinos, pero también algunos trabajadores de la empresa que quisieron agradecer el gesto de un concejo, a priori, tan alejado en su forma de vida de la industria pesada y electrointensiva. El alcalde casín, Miguel Fernández, fue el encargado de leer un manifiesto de apoyo a la plantilla de Alcoa. "Afectados somos todos los asturianos, cada puesto de trabajo que se pierde agrava más la herida que hace sufrir desde hace tiempo a los que vivimos en esta región". En el texto se abogó por una política energética favorable a las empresas y mejoras en las infraestructuras. "Luchamos juntos por una comunidad con oportunidades de trabajo. ¡Alcoa no se cierra!", concluyó