Los cuatro mineros de la subcontrata de Carbomec, que permanecían encerrados en el pozo Santiago desde la noche del jueves, han abandonado esta noche la protesta. Según aseguraron algunos de sus compañeros, los trabajadores "sufrieron presiones" y, además, la dirección del pozo "no permitía ni siquiera que les bajáramos comida o ropa". "Lo que no pasaba con el PP, ha pasado con el PSOE", han asegurado.

La protesta surgió en la madrugada del viernes, cuando cinco trabajadores del turno de noche decidieron permanecer en la mina como medida de protesta. Denunciaban la falta de concreción en el plan industrial de Hunosa sobre su futuro. De hecho, el documento sólo deja claro que "se seguirá contando con las subcontratas". Uno de los empleados, el único afiliado a Comisiones Obreras, ya había dejado la protesta esta madrugada.

"Nos dicen que tendremos trabajo, pero no cuándo ni cómo", habían lamentado compañeros de los mineros encerrados. Además, habían asegurado que se veían obligados a "suplicar" a la dirección del pozo para hacerles llegar comida o ropa. Finalmente, les cortaron la comunicación con el exterior, siempre según la versión ofrecida por los trabajadores.

Esta mañana, la caña del pozo acogió una concentración que congregó a más de trescientas personas, todos condenando el fin del sector y apoyando a los mineros.

"Les dijeron que o salían o los denunciaban", aseguraron trabajadores de contratas. No es la misma versión que han ofrecido fuentes de Comisiones Obreras a este diario. Según un representante de la central, "se les ha hecho llegar, a sus familiares, que tendrán empleo hasta 2021". Además, "también les dejaron claro que, si abandonaban la protesta ahora, no habría ninguna represalia".

La convocatoria para acompañar a los cuatro trabajadores en la salida, corrió por las redes sociales. A las diez de esta noche, les esperaban en la caña del pozo cerca de un centenar de personas. También unos gaiteros que los recibieron, cuando salieron de la jaula, con el himno de Santa Bárbara.

Los cuatro trabajadores que permanecieron hasta el final de la protesta son Adrián Neira, Fabián y Borja Fernández, los tres de Moreda y Omar Fernández, de Pola de Lena.

La familia de Adrián Neira, que acudió a recibirlo a la caña del pozo, aseguró que el joven es "un experimentado minero". "Trabajó en Santa Lucía, con la Vasco, y cuando aquello terminó vino para aquí", aseguraron. Es hijo y nieto de mineros. Ahora él, y sus compañeros, pasarán a la historia como los protagonistas del último encierro minero.