Los empleados de las subcontratas de Hunosa, unos 200 mineros, tendrán trabajo hasta 2021, en las labores de desmantelamiento de los pozos Santiago (Aller) y Carrio. A partir de ese año, podrían entrar a formar parte de las futuras actividades de postminería, aunque no existe ninguna garantía concreta. La situación de incertidumbre sobre lo que pasará a partir del 1 de enero de 2019 llevó a cinco trabajadores a protagonizar un encierro el jueves por la noche, tras el turno de trabajo, en el pozo Santiago, una protesta que finalizó en la noche del sábado, en buena medida ante las "artimañas" empleadas por Hunosa para que desistieran, según indicaron los propios encerrados.

Así lo explicó ayer uno de ellos, Adrián Neira. "Hemos hecho una protesta legítima y han usado todo tipo de artimañas y subterfugios para ir contra nosotros. Amenazaron con imputarnos los costes de la huelga y con decretar un cierre patronal, nos han dicho que la Guardia Civil iba a entrar a por nosotros y no han permitido que nos trajeran ropa de abrigo ni comida. Lo que no pasaba ni en tiempos de Franco ha ocurrido ahora con el PSOE", indicó Neira, que también criticó las políticas de los últimos años asumidas por el PP.

"La culpa es de los dos partidos. Del PSOE y del PP por lo que se hizo antes. Cuando estaba el ministro platanero (en alusión al extitular de la cartera de Industria en el Gobierno de Mariano Rajoy, José Manuel Soria) se desmanteló completamente el sector minero". Este trabajador también indicó que "si se habla de una transición energética justa, lo justo es no dejar a 250 trabajadores en la calle".

Chus González otro trabajador de las subcontratas criticó las "presiones" sufridas "por los compañeros que estaban dentro para salir, incluso se amenazó con denunciarlos a la Guardia Civil y que entrar a sacarlos". "Se han comprometido a que no habrá represalias por parte de la empresa. Hay mucha incertidumbre y es lógico. Si, por ejemplo, hay unos trabajadores asignados a una marchante el tiempo que se puede tardar en desmontar es de dos o tres meses. Pero han dicho que se mandarán a otros destinos en las labores de clausura (previstas para dos años), con lo que nadie quedaría en la calle antes de 2021.

Otra cosa es lo que pasaría después con la postminería, que está en el aire".

"Ni acuerdo ni nada, los compañeros que estaban encerrados sufrieron presiones a tope", aseguraban ayer otros trabajadores de subcontratas. En un principio se quedaron en la explotación cinco empleados, pero uno de ellos salió ya el viernes. Era el único afiliado de Comisiones Obreras y, según testigos, un representante sindical entró en la explotación para explicarle las condiciones del acuerdo con Hunosa. Condiciones que, a juicio de los mineros de contratas, "no son suficientemente claras". "Los sindicatos nos han vendido", denunciaron otros trabajadores. Hoy, a las 12.00, habrá una concentración en el pozo Santiago.