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Los mineros seguirán dos años en los pozos Carrio y Santiago para desmantelarlos

Una parte de los 495 empleados de las dos explotaciones realizará las tareas de cierre al dejar de sacar carbón y el resto será reubicado

Las instalaciones del pozo Santiago, en el concejo de Aller. J. R. SILVEIRA

En sólo tres días, los pozos Carrio y Santiago, en Aller y Laviana, respectivamente, dejarán de extraer carbón. Pero esto no significa que las explotaciones echen completamente el cierre, ya que comenzará un proceso de "clausura y postclausura" que se alargará durante un mínimo de dos años. Un tiempo en el que los sindicatos esperan que Hunosa haya generado nuevas actividades de diversificación donde incorporar a los excedentes de plantilla.

En la actualidad son 495 las personas que trabajan en estos dos pozos, entre personal fijo y de subcontratatas. A partir de enero, los sindicatos tendrán que negociar cómo se realizarán los traslados de los trabajadores que hagan falta para reforzar la extracción de carbón en el área Sueros (pozo Nicolasa), y cuántos se quedarán en Carrio y Santiago haciendo los trabajos complementarios de clausura y postclausura, donde se incluyen también a los trabajadores de las subcontratas.

La filosofía del cierre será similar a la que se realizó con el pozo María Luisa que, aunque hace dos años que dejó de extraer carbón, todavía cuenta con trabajadores en su interior. Asimismo, se procurará que aquellos trabajadores que estén próximos a prejubilarse no se muevan de su centro de trabajo hasta que vayan a dejar la empresa. También se valorarán las solicitudes de aquellos empleados que sí quieran trasladarse, ya sea por cercanía a su residencia u otras razones.

La actividad en los pozos donde no se extrae carbón se centrará en varias labores. Entre ellas se encuentran la recuperación de materiales y maquinaria. En este sentido, se valorará la posibilidad de reutilizarlos en el pozo Nicolasa, donde seguirán sacando carbón para alimentar a la térmica de La Pereda. También se seguirá evacuando agua del pozo y se realizarán labores de mantenimiento y de exterior.

En cuanto a los traslados, los trabajadores no sólo irán al pozo Nicolasa. Fuentes sindicales estiman que también puedan llevarse a otras áreas de trabajo de la hullera estatal, como el lavadero del Batán, la térmica de La Pereda o incluso a los nuevos desarrollos de la empresa. De esta forma se quiere cumplir el acuerdo al que llegó Hunosa con los sindicatos mineros hace sólo unos días. El plan garantizaba el empleo de la plantilla fija de Hunosa, mientras que guarda el compromiso de mantener el empleo en las subcontratas, como mínimo, hasta 2021. A partir de ese año, podrían entrar a formar parte de las futuras actividades de la denominada postminería, aunque no existe garantías concretas.

Por empleo, se continuará con la extracción de mineral en el pozo Nicolasa con el que abastecer la térmica de La Pereda; mientras que en Carrio y Santiago se dejará de sacar carbón. Para el lavadero de El Batán, además, se estudiarán "nuevas líneas de actividad". El resto de los puntos del acuerdo plantean intenciones generales que deben desarrollarse. Así, se indica que se impulsará un plan industrial en dos fases -2019-2021 y 2022-2027-. El diseño de la segunda fase se negociará en el segundo semestre de 2021. También se recoge que se potenciará el papel de Hunosa como "agente de restauración medioambiental en coordinación con el Principado". Este plan industrial deja en el aire algunas cuestiones que habrá que concretar en los próximos meses, como qué proyectos ligados a energías renovables u otras actividades se pondrán en marcha, tal y como prometió el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. También habrá que esperar a ver cómo reacciona la Unión Europea al mantenerse la actividad en Nicolasa, aunque sea para alimentar su propia térmica.

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