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Diasa, destrozada y con medicinas por los suelos

La Guardia Civil avisa: los fármacos están al alcance "de cualquiera"

Las naves que Diasa Pharma dejó vacías en Turón tras la quiebra de la farmacéutica se encuentran actualmente totalmente destrozadas. La Guardia Civil ha elaborado un detallado informe que alerta de los peligros que entraña el abandono de estas amplias instalaciones ubicadas en Turón, concretamente en el fallido polígono de La Cuadriella. Uno de las mayores preocupaciones que esta denuncia ha suscitado en el Ayuntamiento de Mieres es la presencia de numerosos fármacos y diferentes preparados en las instalaciones. Estas sustancias se encuentran al alcance de cualquier persona (o animal) que acceda a las naves, ya que tanto el cierre perimetral como las puertas de acceso a los edificios están destrozadas.

La inspección de las antiguas dependencias de Diasa Pharma realizada por la Guardia Civil ha incrementado el disgusto municipal, ya inicialmente elevado tras asistir en su momento al derrumbe de un proyecto financiado con fondos mineros y comprobar, después, como las instalaciones han ido sumando, desde 2011, años sin uso ni perspectivas de volver a tener actividad industrial. La documentación que maneja el Ayuntamiento ofrece un escenario inquietante. Para empezar, las instalaciones abandonadas por la farmacéutica están totalmente destrozados. Paredes, puertas, techos ventanas y mobiliario ha sido literalmente destruido. Los dos edificios que componen el centro empresarial están poco menos que en ruinas debido al saqueo y los actos vandálicos.

Pero conjuntamente con el penoso estado de las instalaciones, en el interior de los inmuebles hay aún una gran cantidad de medicamentos y sustancias de uso farmacéutico. Así lo ha constatado la Guardia Civil. Lo cierto es que cualquier vecino de Turón lo puede corroborar, ya que nada impide poder acceder a las instalaciones. Y eso es algo que preocupa tanto al instituto armado como al Ayuntamiento de Mieres. "Ya no se trata sólo de prevenir la actuación de desaprensivos. El problema es que cualquier niño puede acceder a las salas y llevado por la curiosidad manipular una sustancia que podrían ser nocivas. Lo mismo vale para los animales", apuntan fuentes municipales.

Requerimiento

El Ayuntamiento de Mieres ya ha enviado un requerimiento a los bancos que tienen la propiedad de las instalaciones para tomen las medidas precisas que garanticen la seguridad en el interior de las edificaciones. Las instalaciones de la empresa farmacéutica, puesta en marcha en 2004 y cerrada desde 2011, ocupan más de 30.000 metros cuadrados en el polígono de La Cuadriella. Con el paso del tiempo han adquirido fama de "invendibles" y su lamentable estado no ayuda a quitarles esa etiqueta. A la falta de iniciativas empresariales, se suma que la oferta de los bienes no es fácil: la nave principal y el laboratorio están en manos de tres entidades bancarias. El precio, según fuentes sindicales, supera el millón de euros. Todo indica que no correrá la misma suerte que la planta de una clausurada empresa de aluminios de La Cuadriella, adquirida hace unas semanas por Talleres Zitrón para incrementar su producción.

La historia de Diasa Pharma (entonces Diasa Europa) empezó en 2003. Estaba participada por Sadim, filial de diversificación de Hunosa. El plan era ilusionante: el mayor proyecto impulsado con fondos mineros, con una inversión de 11,1 millones de euros y el compromiso de crear 125 puestos. En 2009, un lustro después de iniciar la actividad, tenía 100 trabajadores. Y no creció más, porque empezaron los problemas: los empleados denunciaron que llevaban dos meses sin percibir sus salarios. A partir de este momento, no hubo fármaco capaz ni tan siquiera de aliviar los síntomas de desmoronamiento empresarial, que afectó a otras empresas creadas con fondos mineros, como Venturo o Alas Aluminium. Tras el cierre, la enfermedad sigue en las entrañas de la fallida Diasa.

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