La investigación de la fosa común de Parasimón, localizada en el alto de Pajares y exhumada el pasado verano, sigue adelante. Los trabajos están ahora en el laboratorio, centrados en la posible identificación de las víctimas. El trabajo antropológico, que permite conocer datos como la edad, la altura aproximada y algunas características físicas de los individuos, ha culminado. Las doce personas han sido individualizadas, pero no hay ningún rasgo que permita identificarlos.
Es prácticamente seguro que el allerano Luis Cienfuegos fue asesinado en Pajares y enterrado en esa fosa. Así lo confirmó Celesto, el único testigo que se atrevió a hablar. Conocía a Luis Cienfuegos porque era natural de Parana, aunque estaba casado con una allerana y se había trasladado al valle del Río Negro. La familia de Luis Cienfuegos es la principal impulsora de esta investigación, a través de la Asociación Familiares y Amigos "Fosa Parasimón".
Los trabajos del verano estuvieron encabezados por la Sociedad Aranzadi, con el reputado forense Paco Echevarría al frente. A la cabeza de las labores arqueológicas estuvo Antxoka Martínez, con experiencia en exhumaciones en fosas de la Guerra Civil y el franquismo.
Si hay algo que llama la atención de Parasimón, es que la apertura de la fosa no dio muchas sorpresas. "Todo coincide con lo que nos habían contado los testigos", afirmó Antxoka Martínez. No había mujeres, según la investigación, y eran doce hombres. Todos asesinados por herida de arma de fuego, tras haberlos dispuesto en un pelotón de fusilamiento.
La identificación antropológica no ha sido posible. Para que ocurra, algún individuo debe tener una característica diferenciadora. En este caso, no había ninguna lo suficientemente esclarecedora. Así que poner nombre a las víctimas sólo será posible con un análisis de ADN. Las muestras conseguidas hasta el momento no tienen suficiente calidad y será necesario analizar los datos del ADN mitocondrial. Son pruebas más costosas y requieren cotejarlas con muestras de mujeres.
