La espectacular redada contra el tráfico de drogas que se desarrolló a principios de noviembre en el centro de Mieres se enmarcó dentro de una operación que finalmente ha concluido con la detención de ocho personas, la mitad de ellas mujeres. Las pesquisas iniciadas en Burgos por la Guardia Civil concluyeron con la detección en Mieres de cinco de los integrantes de la banda. Entre ellos destaca J.M.M.H., que era el principal proveedor de los estupefacientes, principalmente cocaína y speed, que posteriormente se vendían mediante menudeo tanto en Burgos como en Asturias. Este delincuente, que ha ingresado en prisión, se trasladó a Mieres tras conocer en la cárcel a una chica del concejo, también detenida en la operación.

La actuación policial ha permitido desmantelar cinco importantes puntos de venta, tres de ellos en el Principado. Se han aprehendido 85 gramos de speed, 50 gramos de cocaína, 10 gramos de hachís, 20 gramos de marihuana, sustancias para "corte" y 1.445 euros en metálico. La Guardia Civil ofreció ayer los detalles de una operación contra el tráfico de droga que a principios de noviembre no pasó desapercibida en Mieres debido al espectacular desarrollo de la culminación de la misma, con una redada en tres pisos y cinco detenciones. Como adelantó este diario entonces, el origen de la actuación lleva hasta Burgos. El pasado mes de abril la Policía Judicial de Burgos obtuvo información relevante sobre la posible existencia de un grupo traficantes que tenían su centro de operaciones en la comarca burgalesa de La Bureba. Las pesquisas se dirigieron a verificar las sospechas iniciales, identificando y localizando a los integrantes (alguno con antecedentes). Se logró conocer su modus operandi y los puntos de venta. La Guardia Civil remarcó que "tras multitud de seguimientos discretos e innumerables apostaderos y vigilancias en el entorno de los objetivos, para conocer sus movimientos sin ser descubiertos, dado el recelo y la permanente vigilancia que suelen mantener estas personas", se conocieron los puntos donde se realizaban las transacciones siendo testigos presenciales de ello en alguna ocasión.

Las indagaciones permitieron identificar a S.A.C. como el principal cabecilla del grupo que distribuía la droga en Burgos, apoyado por dos mujeres, su actual pareja y una amiga de ésta. Estas personas fueron detenidas tras dos registros domiciliarios con mandamiento judicial, donde se incautaron sustancias estupefacientes, sustancias de corte y balanzas de precisión, bolsitas para dosificar y precintos, así como 11 teléfonos móviles. La investigación acabó en Mieres. Fueron identificadas y detenidas cinco personas más, entre ellas J.M.M.H. En Mieres se realizaron en total tres registros domiciliarios, donde se aprehendió más droga, dinero y útiles para pesaje y preparación de las dosis. La Guardia Civil reconoce que se trataba de un grupo "muy activo, organizado y bien jerarquizado", destacando "la dificultad que entraña el seguimiento y esclarecimiento de este tipo de ilícitos, dada la discreción, sagacidad y severas medidas de seguridad que mantenían con sus contactos y consumidores".