Ana Álvarez estaba trabajando en la huerta, cerca de su casa de Santana, con su vecina Encarnación García. Una mañana de labores y vieron que ya eran las dos de la tarde. Emprendieron la vuelta y se llevaron "un susto de muerte": de la casa de Ana, salía humo. Es un edificio con bajo y dos plantas, ella vive en la primera y su hermana en la segunda. Afortunadamente, ninguna resultó afectada por las llamas. Tras dar por controlado el fuego, en torno a las cuatro menos cuarto, los bomberos recibieron una llamada porque se estaba reproduciendo. El resultado fue el salón de la primera planta calcinado por completo y toda la casa afectada por el humo.

"Todo ocurrió muy rápido, intenté entrar en casa a ver si podía hacer algo", aseguraba ayer Ana Álvarez, sentada en un banco al lado de su casa mientras observaba el trabajo de los bomberos. Su vecina también entró, pero para disuadirla. Las dos tenían la boca manchada de hollín, aunque afortunadamente no necesitaron atención sanitaria.

El despliegue de los bomberos fue rápido. La casa está a un lado de la carretera AS-112, a sólo dos kilómetros de Cabañaquinta, y la vía cuenta con mucho tráfico. Hasta el lugar se trasladaron efectivos de bomberos del parque de Mieres, a bordo de una autobomba ligera urbana y una forestal. Llevaban también una autoescalera. Según los primeros indicios, el fuego se produjo por la caída de una chapa de la chimenea: "Acaban de tirar ahora la chimenea", aseguró ayer Ana Álvarez, con disgusto.

Los bomberos tiraron algunos muebles por la ventana, de forma segura, para garantizar que las llamas no siguieran propagándose por la casa. Se dio por extinguido poco antes de las cuatro de la tarde. A las cuatro y media, recibieron el aviso de que el fuego se estaba reproduciendo. Volvieron dos efectivos de bomberos para refrigerar y revisar la zona. A las seis se dio por culminada la actuación.

Ana Álvarez y su hermana no estuvieron solas. El incendio causó gran alarma en las casas anexas, todas habitadas, y los vecinos pronto acudieron a auxiliarlas. Les dieron agua y las tranquilizaron durante la intervención. Fue necesario cortar la circulación en la antigua carretera AS-112. Agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil, de la comandancia del alto del concejo, estuvieron desviando a todos los vehículos hacia el Corredor del Aller. "Si no fuera por lo rápido que actuaron todos, podría haber sido una desgracia", coincidieron los vecinos.