El Arzobispado ha decido finalmente rehabilitar la antigua casa rectoral, un edificio emblemático de Mieres con una historia vinculada a numerosas y muy variadas iniciativas sociales. Hasta hace unos meses fue sede de Proyecto Hombre, pero la entidad tuvo que trasladarse debido precisamente al mal estado en que se encontraba el inmueble. Finalmente, las esperadas obras han arrancado. Se prolongarán durante varias semanas.

La muy deteriorada fachada de la casa rectoral pronto volverá a lucir como en sus años de esplendor. Durante la transición política el recientemente fallecido párroco Nicanor López Brugos la convirtió en un símbolo de apertura, albergando las actividades del club juvenil La Cucaracha, reuniones de colectivos feministas e incluso asambleas obreras. El Ayuntamiento de Mieres había trasladado en varias ocasiones al Arzobispado su preocupación por el paulatino deterioro del edificio. Realmente el gobierno local hizo algo más que remarcar el problema. El alcalde, Aníbal Vázquez, envió en 2017 una carta al Arzobispado exigiendo la puesta en marcha de las obras. En caso contrario, el Ayuntamiento comunicó su disposición a asumir de manera sustitutoria esta tarea, repercutiendo los costes a la Iglesia.

En su carta, el regidor recordaba a la diócesis de Oviedo, propietaria del inmueble, que en junio del año 2015 ya se comunicó que el edificio tenía unos "graves deterioros" y que, por lo tanto, se iniciaba un expediente urbanístico. De hecho, a lo largo de los últimos años el inmueble situado en la concurrida calle peatonal Jerónimo Ibrán ha permanecido con frecuencia vallado para garantizar la seguridad de los viandantes.

El deterioro de la casa rectoral de Mieres empujó el pasado año a Proyecto Hombre a tener que dejar unas instalaciones que ocupó durante un cuarto de siglo. El mal estado sobre todo de la fachada convirtió en inhabitable el inmueble. La decoración de la fachada es de inspiración gótica, por lo que presenta numerosos aleros y voladizos, con el consecuente aumento de los riesgos de desprendimientos.

Al arreglo de la casa rectoral pronto le seguirá el de otro popular chalé del casco urbano de Mieres, en este caso, de titularidad municipal. El Ayuntamiento pretende evitar que el viejo chalé de la calle Numa Guilhou que compró en 2009 para abordar el desarrollo del fallido Museo de la Toná acabe por desmoronarse. El gobierno local tiene previsto ejecutar en los próximos meses la rehabilitación integral del tejado del inmueble. El coste de la actuación se estima en algo más de 100.000 euros.