El desmantelamiento de la mina La Escondida, en Caboalles de Arriba (León), de la empresa Hijos de Baldomero García, ya ha comenzado, con lo que, de momento, Castilla y León se queda sin minas de carbón. Tras recibir el comunicado del Ministerio de Transición Ecológica de que no se pueden devolver las ayudas de 8,3 millones de euros a plazos, y que su devolución se debía haber hecho a finales de 2018 para poder continuar operando, la empresa ya desmantela el pozo. Unos 20 mineros realizarán estas tareas durante tres años. La empresa, eso sí, no se rinde, y ha solicitado a la Junta de Castilla y León la apertura de minas de carbón en Feixolín y el grupo Paulina.