Miles de personas se manifestaron ayer en la localidad turolense de Andorra para reivindicar un futuro para la minería del carbón y para la central térmica de la zona, que tiene previsto su cierre en 2020. Una situación similar a la que se vive en las Cuencas, y también en la zona minera de León, que también salió en manifestación el pasado mes de diciembre. En Andorra se reivindicaron "alternativas viables" para la comarca. A la protesta acudieron sindicatos, partidos políticos y colectivos sociales de toda la provincia de Teruel.

Todos han coincidido en que, sin el carbón, las cuencas mineras están abocadas "a su cierre", ya que la población se vería abocada a abandonar la comarca. Por ello, reclamaron que sin carbón y con el cierre de la térmica, se busquen otras industrias. La movilización de ayer se impulsó tras anunciar Endesa el cierre de la planta energética. La eléctrica renunció a adaptarla a la nueva normativa medioambiental europea, que estará en vigor a mediados del año próximo. La compañía ha propuesto un plan alternativo de placas solares que, para los sindicatos, "no es suficiente".

La manifestación empezó y concluyó en la plaza del Regallo (con el monumento al minero), y transcurrió bajo el lema "Queremos poder elegir donde vivir". En la central térmica de Andorra trabajan, en plantilla de Endesa, 153 personas, 400 lo hacen a través de subcontratas y más de cien en minas de cielo abierto que hay en la zona y que se podrían ver abocadas al cierre.

El secretario territorial de UGT-Teruel, Alejo Gálvez, destacó que la movilización fue masiva porque "todos nos apoyan", ya que el plan presentado por Endesa "no es suficiente". "El empleo que genera es mínimo", añadió. En la misma línea se expresó el responsable de CC OO en la térmica, Antonio Planas, quien aseguró que si la instalación se cierra "aquí no hay nada más, nuestra población se va a quedar desierta". Por ello, reclamó su continuidad, como mínimo, hasta que Endesa presente "un plan alternativo de verdad".

Entre las posibles alternativas, destacó que la eléctrica podría impulsar la fabricación de componentes para coches eléctricos en la localidad. "Endesa no se puede ir de rositas, son muchos años obteniendo beneficios", concluyó el representante sindical.

En la manifestación estuvo la alcaldesa de Andorra, Sofía Ciércoles, quien insistió en que no se puede permitir el cierre de la principal actividad que hay en la comarca, sin alternativas. "Estamos hablando de familias, de los impuestos que permiten al ayuntamiento mantener presupuestos, sin la central térmica vamos a perder una actividad importante y esto va a repercutir en colegios y en la sanidad".

A esta protesta también asistió el alcalde de Ariño, Joaquín Noé, ya que el cierre de la térmica supondría "el cierre de la minería", que sigue viva en su territorio. Explicó que aunque "poco a poco" Ariño va buscando alternativas económicas a la minería, como el balneario del municipio o una residencia de ancianos, el carbón sigue significado "mucho" todavía, ya que trabajan en este sector unas cien personas residentes en la localidad.