Revés en la investigación de la segunda fosa común de Parasimón (en el alto de Pajares). La dirección general de Patrimonio del Principado no ha respondido a la petición de permisos para investigar el enterramiento, alegando que no tiene competencias en los trabajos. Esto ya había ocurrido con la primera fosa -exhumada en verano, con la recuperación de restos de doce víctimas- y supone una tramitación administrativa más ardua: los expertos tendrán que pedir licencias al área de Montes, el Ayuntamiento de Lena, los propietarios de la finca y la dirección del parque natural de Las Ubiñas-La Mesa. La falta de respuesta de Patrimonio es una peculiaridad en Asturias ya que el área del Principado, al contrario de lo que ocurre en la mayoría de las comunidades autónomas, no considera yacimiento arqueológico los enterramientos de la Guerra Civil.

El arqueólogo Antxoka Martínez está al frente de la investigación, que impulsa la Asociación Amigos y Familiares de la Fosa Parasimón, y es el encargado de tramitar los permisos. "La falta de respuesta de Patrimonio supone que los trámites sean más arduos", explicó. En la anterior intervención en la zona, el área del Principado sí contestó al arqueólogo manifestando que no tenía competencias en la investigación de enterramientos del Franquismo. Esta vez, la réplica ha sido el silencio administrativo.

No se darán por vencidos. Antxoka Martínez retomará en unos días la tramitación de permisos. "Ahora hay que dirigirse a todas las entidades y administraciones con competencias en el lugar", destacó. La zona en la que cree que podría encontrarse este segundo yacimiento está en terrenos del parque de Las Ubiñas: "Es un factor que aún complica más la obtención de permisos", reconoció Martínez.

La investigación de esta segunda fosa será más complicada que la primera. En el yacimiento que se exhumó en verano, los expertos tenían la seguridad de que encontrarían restos. Un testigo oral aseguró que había visto cómo enterraban a un grupo de hombres, que había sido trasladado en un camión desde Aller, que podrían ser prisioneros. La investigación fue según lo previsto y los expertos hallaron doce cuerpos enterrados. Fueron colocados en un pelotón de fusilamiento y asesinados de varios disparos. Algunas víctimas recibieron golpes en la cabeza con la culata de las armas o el "tiro de gloria" (un disparo en la cabeza) para terminar con su vida.

Uno de esos hombres era Luis Cienfuegos, abuelo de Luis y Toño Naves Cienfuegos. Ellos son dos de los familiares que han impulsado la investigación del enterramiento. Los trabajos están ahora centrados en la identificación de los restos. Según Antxoka Martínez, la reconstrucción antropológica no supuso ningún avance para dar nombre a las víctimas. Esperan ahora por los análisis de ADN, que se ven obstaculizados por el mal estado en el que se encontraban las muestras. "El terreno es muy ácido y los restos se deterioraron mucho con el paso del tiempo", afirmó Martínez.

La localización

El lugar exacto en el que se encuentra la segunda fosa no está tan claro. El testigo con el que hablaron confirmó que el grupo de prisioneros se había separado, llevando a los segundos un poco más lejos del pueblo de Pajares. Lo que ya ha hallado Antxoka Martínez es el lugar en el que los asesinaron. No se sabe el número de víctimas, pero es casi seguro que el método de ejecución fue distinto.

El arqueólogo ya ha redactado un informe con las premisas de las que parte. Considera que las víctimas fueron, en este caso, asesinadas a sangre fría. "Les dispararon a corta distancia con arma de fuego", afirmó Martínez. De ser así, el experto -formado en balística para la investigación de fosas de la Guerra Civil- señala que los ejecutores "tenían posiblemente más experiencia que los asesinos de la primera fosa".

"Parece lógico pensar que el enterramiento estará próximo al lugar de ejecución, pero no es seguro", explicó Antxoka Martínez. De ahí que el experto haya solicitado los permisos para realizar una serie de catas: "Lo ideal sería tener todos los trámites administrativos listos para la primavera, cuando podamos contar con una meteorología favorable para los trabajos", señaló. Si las catas arrojan resultados, los expertos estarán listos para iniciar una nueva exhumación. El objetivo de la Asociación Amigos y Familiares de la Fosa Parasimón es luchar y llegar hasta el final con los trabajos: "No queremos que quede ni una sola víctima sin nombre".