Los cacos de las comarcas mineras han cambiado el butrón por el ratón. Los equipos informáticos de los colegios se han convertido en una de las "víctimas" favoritas de los ladrones en los últimos tiempos. En apenas dos meses, dos centros escolares de las Cuencas -el colegio de Campomanes, en Lena, y el Elena Sánchez Tamargo, en Pola de Laviana- han sufrido tres asaltos, que dejaron numerosos destrozos y un botín compuesto por medio centenar de equipos informáticos sustraídos, entre ordenadores portátiles (16), miniportátiles (24) y tablets.

En el colegio de Campomanes, los cacos entraron a robar el pasado fin de semana, pero ya habían avisado antes. Al menos, eso creen desde la dirección y el equipo docente. "Unos días antes de que se produjera el robo, aparecieron unas colillas en el centro", aseguró Alejandro Collantes, director del colegio. No lo denunciaron porque no se produjeron daños ni echaron nada en falta, pero sí que pidieron al Ayuntamiento que mejorara la seguridad "antes de que pasara algo".

Y no tardó en pasar. Sólo unos días después, en una madrugada del fin de semana, entraron los ladrones. Se llevaron todo lo que encontraron: ocho ordenadores portátiles y cuatro tablets convertibles. No se pudieron resistir y hasta se llevaron la Nespresso de la sala de profesores.

La cuantía total en la que se valoró el robo es de cerca de 8.000 euros. Y las consecuencias, para toda la comunidad educativa, serán nefastas. "Tenemos un método que está prácticamente digitalizado por completo. Usamos las pizarras digitales, las tablets... este robo afectará en el día a día de nuestras aulas", señaló Collantes. La Guardia Civil inició la investigación en cuanto el colegio dio la alerta y el director espera que den con los culpables "cuanto antes". Ahora reclaman al Ayuntamiento que tome medidas: "Somos el único centro que no tiene una alarma instalada", concluyó el director.

El botín fue bastante más abultado en el colegio Elena Sánchez Tamargo que el pasado mes de noviembre sufrió dos asaltos en poco más de una semana. Se sustrajo abundante material informático y se causaron numerosos destrozos. Estos hechos llevaron a la Consejería de Educación y al Ayuntamiento de Laviana a mejorar la seguridad de forma notable. Una sala con puerta acorazada para guardar los ordenadores al final de cada jornada, una alarma de última generación y nuevas puertas más resistentes fueron algunas de las actuaciones que se pusieron en marcha. A esta medidas se añadirá próximamente la renovación de las ventanas, para culminar la mejora integral de la seguridad.

La inversión global ronda los 22.000 euros, costeados de forma conjunta por el Ayuntamiento y el Principado. El Consistorio, con una partida de 4.000 euros, se ha ocupado de la colocación de la alarma y la renovación de las puertas, mientras que el Gobierno regional afrontará el cambio de las ventanas. Además, el Principado ha repuesto el material informático que había sido robado: 24 miniportátiles, ocho ordenadores portátiles y varias tablets.