Mieres Tubos, Diasa, Triman, Kerkus Metals, Astersa? La lista de empresas que han quebrado en Mieres, en apenas unos años, es muy larga. La crisis, una veces, y la mala gestión, otras, han arrasado con buena parte del tejido empresarial como una riada que se lleva por delante muros y casas con cimientos endebles. Pero de entre las aguas ha salido a flote una empresa que hace sólo cinco años estaba prácticamente ahogada. Starglass ha protagonizado un pequeño milagro industrial, manteniéndose a flote en un remolino que engulló a 93 de cada 100 botes. Ese es el balance de las compañías que se liquidaron durante la crisis tras entrar en concurso de acreedores. Starglass logró seguir respirando gracias a un inesperado acuerdo con sus acreedores que permitió refinanciar una insoportable deuda de 76.151.193 euros. Para la supervivencia de la fábrica mierense resultó clave que el acuerdo concursal estableció la fusión de las dos plantas de la empresa. Es decir, el futuro de la factoría de Sovilla, en peor situación, quedó ligado al de la fábrica matriz de la Rioja, que al final tiró de ambas.

Si se echa la vista atrás resulta casi inverosímil que Starglass siga fabricando lunetas para automóviles. A finales de 2014 estaba literalmente al borde de la liquidación. La dirección de la fábrica, asentada en el polígono de Sovilla, llegó a comunicar a los trabajadores que los bancos habían dado la espalda al convenio judicial sobre el que la empresa pretendía edificar su plan de viabilidad industrial y, de esa forma, superar el concurso de acreedores. Nadie era optimista. La plantilla había pasado de 250 a 120 trabajadores y el cierre parecía inminente. El máximo accionista de la compañía, Alfredo Malva, consiguió entonces, contra todo pronóstico, sentar las bases de una nuevo futuro para Starglass. Tras una compleja negociación en la que los bancos estaban inicialmente cerrados en banda, consiguió poco a poco agrietar el muro. Primero fue el acreedor principal el que cedió, cubriendo el 21 por ciento de la deuda. Poco a poco, consiguió alcanzar el 75% de cobertura que exigía el juez. Los acreedores financieros suscribieron un convenio de pagos a 17 años, con quitas, en algunos casos, de más del 70% de las deudas.

Redimensionada la deuda, Starglass ha conseguido ganarse de nuevo la confianza de los clientes. Cinco años después de estar casi desahuciada, la firma intenta incluso crecer. Acaba de firmar un contrato con el fabricante norteamericano Glasstech para la adquisición. Se trata de una inversión de 2,4 millones que ascenderá a 3 al sumar otra serie de adecuaciones menores.

La fábrica mierense, dedicada a la producción de lunetas para automóviles, cerró 2018 con unas ventas superiores a los 11 millones, cifra un 20% mayor que la balance de 2014. En los últimos meses la plantilla ha hecho una veintena de incorporaciones, situándose en los 95 efectivos. "Aún hay que ser muy prudentes", advierten con todo desde Starglass.