"Las palabras conforman una red que lo pone todo en relación", afirmó el doctor en Filología Xulio Concepción Suárez en la charla-coloquio titulada "El origen de la palabra toponímica sobre un paisaje cualquiera", primera de las tres actividades programadas en las Jornadas de Toponimia de Montaña que organiza la Asociación Cultural "Camín de Mieres" y que cuentan con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

El acto fue presentado por Mar Montero, representante de la entidad organizadora. Concepción, escritor y experto en etimología, resaltó la importancia de buscar en las fuentes más fiables, que son los nativos, conocedores de la vida, historia, costumbres y características del lugar. "Más que de toponimia debería hablarse de lenguaje toponímico", señaló Concepción, miembro del Real Instituto de Estudios Asturianos. Y es que, según el ponente, focalizado en el estudio del entorno a través del léxico, todos los nombres de los lugares y parajes tienen un significado relacionado con alguna característica. "Todo procede de una visión, un olor, un sonido, una forma que define el lugar y que motiva el nombre", explicó el filólogo, que complementó su explicación con esquemas en los que se agrupan los nombres según su origen (colores predominantes, formas, dimensiones, distancias, orientaciones, similitudes, fauna y flora, etcétera). "La gran mayoría de los términos son prerromanos, muchos con miles de años de antigüedad, con raíces celtas e indoeuropeas", comentó el filólogo.

"Son nombres puestos con inteligencia, que traducen la vida e informan en unos tiempos en los que la supervivencia era una lucha diaria". De ahí la importancia de nombrar un lugar según su ubicación, la peligrosidad, la abundancia de agua, la exposición a las inclemencias meteorológicas, la luz o la posibilidad de obtener alimentos. Así, Xulio Concepción nombró diversos lugares para, a continuación, explicar su sentido (buenos enclaves para pescar, terrenos fértiles, zonas cálidas o ventosas, puntos de referencia...). "Cada vez quedan menos testigos del origen de estos nombres", advirtió el ponente, que llama a extender el interés por el estudio de la toponimia para evitar la pérdida de toda esta información. Y es que los mapas realizados ya contemplan más de 2.400 topónimos, teniendo cada uno de ellos un origen y un significado. A título ilustrativo, Concepción comentó que, estudiando la toponimia, atendiendo al nombre de cada lugar, podría saberse qué tipo de terreno se iba a encontrar el trazado de la variante de Pajares.

Más charlas

Las Jornadas de Toponimia de Montaña continuarán el próximo día 5 de febrero con una charla sobre la recogida de datos toponímicos de la voz de los lugareños y concluirán el 11 de febrero con una charla sobre toponimia y cartografía.