Un piso de la calle Ramón Bautista Clavería, en pleno centro de La Felguera, fue asaltado el pasado lunes mediante el método del "bumping". La operación se realizó inutilizando la cerradura, sin forzar la puerta. La Policía Nacional, que se encarga de la investigación para identificar a los autores del robo y tratar de recuperar lo sustraído, cree que se trata de un "hecho aislado" y que no existe en la comarca una red dedicada a desvalijar domicilios mediante esta técnica. Los últimos robos similares registrados en Langreo tuvieron lugar "hace meses", según relataron las mismas fuentes.
La técnica "bumping" (rebote en castellano) tiene su origen en el trabajo de los cerrajeros de Dinamarca de los años setenta, aunque no comenzó a emplearse como método de robo hasta hace unos años. El método consiste en insertar una llave en la cerradura, realizada con la posición más baja a la que llegan los cilindros o pistones que conforman el cierre, y golpearla con un objeto, consiguiendo que las piezas se separen y se libere el giro de la llave.
La Policía considera a que esta fue la técnica utilizada en el robo perpetrado en la mañana del lunes en La Felguera. Los investigadores remarcaron que se trata de un "hecho aislado", ya que desde hace meses no se producen robos similares en la zona. Por este motivo, no creen que haya una banda organizada en la comarca y más bien vinculan el suceso con un "desplazamiento puntual" de algunos de los delincuentes que actúan siguiendo este método en otras ciudades. El dinero en metálico y las joyas son el principal botín que suelen llevarse en estos casos, al tratarse de artículos de gran valor que pueden transportar con facilidad.
Ferretería
Las viviendas particulares no han sido el único objetivo de los ladrones en los últimos días. El pasado 17 de enero, de madrugada, una ferretería de Lada fue asaltada y desvalijado por completo. Se llevaron 300 euros en metálico y todo tipo de productos: motosierras, desbrozadoras, grupos de soldadura, artículos de menaje e incluso rizadores del pelo. Todo ello valorado en 7.000 euros, según el primer recuento. Los asaltantes entraron por la parte de atrás de establecimiento, tras arrancar una reja y forzar la ventana.
