La ampliación del Sanatorio Adaro deberá esperar. Los responsables del centro langreano explicaron que los requisitos exigidos por la nueva ley de contratos públicos han demorado los plazos que se manejaban originalmente para poner en marcha las nuevas camas. La estimación ahora es que la obra se contrate en marzo y que los trabajos estén finalizados en julio, fecha para la que ya se podrá disponer de las nuevas plazas.
La reforma se centrará en la antigua zona de quirófanos para habilitar trece camas. Supondrá un coste de 450.000 euros. El ala que se rehabilitará es la única parte que quedaba sin reformar de las instalaciones. La inversión de la obra es de 350.000 euros, a lo que hay que sumar otros 100.000 del equipamiento. El desembolso correrá a cargo de la Fundación Sanatorio Adaro de forma íntegra.
La gestión del complejo asistencial de Sama depende de una fundación, pero al proceder más del 80 por ciento de su financiación de conciertos públicos, debe cumplirse ciertos requisitos en la contratación de obras. "La nueva ley de contratos está demorando un poco todo el proceso, pero esperamos que en un plazos de dos semanas ya podamos sacar el pliego de condiciones para contratar la obra. A partir de ahí, la idea es tenerlo adjudicado en marzo y concluir la obra en julio", aseguró el gerente del centro, Gabriel Menéndez Zorita.
El material médico y las máquinas (algunas de ellas de la primera mitad del pasado siglo) que actualmente hay en los antiguos quirófanos del Sanatorio Adaro de Sama serán expuestos en el pozo Santa Bárbara de Mieres, gracias a un convenio que el centro sanitario suscribirá con el Ayuntamiento.
La nuevas camas que surgirán tras la ampliación pasarán a engrosar el volumen de camas de la unidad de convalecencia del Sanatorio Adaro, que actualmente cuenta con 35 plazas. El antiguo hospital minero langreano dispone también de 91 plazas residenciales de larga estancia. La ampliación permitirá consolidar la actividad del complejo asistencial.
