La huelga de los trabajadores de Valgrande-Pajares no sólo mantuvo ayer cerrada la estación, sino que prácticamente provocó su aislamiento. La jornada de paró fue seguida por el grueso de la plantilla y coincidió con una copiosa nevada en el puerto que dejó incomunicadas las instalaciones. A las doce de la pasada noche estaba previsto que se comenzase a trabajar para abrir los accesos, que presentaban más de un metro de espesor de nieve, limpiar las zonas de aparcamiento y acondicionar las pistas para que hoy puedan estar practicables. Será muy difícil conseguirlo.

Los trabajadores de Valgrande mostraron ayer su satisfacción al hacer balance de la jornada de huelga: "Ningún trabajador se incorporó al trabajo y la Consejería de Educación y Cultura no había nombrado ningún servicio mínimo". El comité de huelga espera que el Gobierno regional "recapacite y ponga los medios necesarios para evitar la siguiente jornada de paro", prevista para el próximo viernes día 8 de febrero. Los trabajadores mantienen "la disposición al diálogo", pero entienden que "le corresponde al Consejero tomar la iniciativa y presentar propuestas serias para desbloquear la actual situación, porque de nada vale que nos den la razón pero mantengan el incumplimiento en la entrega de las prendas de trabajo". Finalmente, recuerdan la obligación de la empresa de velar "por la salud, seguridad e integridad de los trabajadores". La dirección de la estación refrendó ayer la "alta participación" en la huelga, pero matizando que una decena de empleados, sobre un total de 40, pretendía acudir a sus puestos. No pudieron hacerlo debido a que no se pudo retirar la nieve acumulada en los accesos. Un vehículo apareció con las ruedas pinchadas, por lo que hoy se presentará una denuncia ante la Guardia Civil: "Esperemos que se pueda llegar pronto a un acuerdo para que la imagen de la estación no se siga deteriorando", señaló su director, Javier Martínez.