La ley de Murphy dice que si algo puede salir mal, saldrá mal. Simplificando, eso es lo que ha pasado en la estación invernal de Valgrande-Pajares este fin de semana. La huelga de los trabajadores se juntó con una formidable nevada, con la falta de previsión y con una total descoordinación entre administraciones. El resultado: el equipamiento deportivo y el complejo residencial de Brañillín permanecieron durante 24 horas incomunicados, con los accesos bloqueados con metro y medio de nieve. Unas 200 personas, con el único apoyo directo del director de la estación, Javier Martínez, permanecieron desde la tarde del sábado hasta pasado el mediodía de ayer aislados. "Nos sentimos casi abandonados. Ante cualquier emergencia nos hubiéramos visto desamparados. Todo esto ha sido una negligencia y una irresponsabilidad por parte de todos los implicados, desde los trabajadores hasta el mismo Ministerio de Fomento", apuntaron ayer los portavoces de los clubes deportivos de Valgrande.

En Fuentes de Invierno los esquiadores gozaron ayer de una jornada perfecta para disfrutar de la nieve: "El día ha sido simplemente espectacular. La montaña está preciosa y hemos tenido un gran ambiente", explicó ayer el responsable de las instalaciones, Jorge Fernández. Pese a que durante casi toda la mañana fue necesario el uso de cadenas en el puerto San Isidro, la estación allerana recibió a 1.700 usuarios.

El idílico decorado que enmarcó la jornada en Fuentes de Invierno se transformó en un caos infernal en Pajares. El origen hay que buscarlo en la jornada de huelga convocada el sábado por los trabajadores, que reclaman la entrega de la ropa laboral de invierno. Con la estación parada, el temporal de nieve campó a sus anchas sin oposición. El acceso de cerca de dos kilómetros que conecta la estación con la carretera general quedó enterrado bajo metro y medio de nieve. Un espectáculo para la vista, pero sin dejar de ser una aislante muralla. Cuando a las doce de la noche, con la huelga ya vencida, los trabajadores intentaron acceder a la estación encontraron el paso cortado. A partir de ese momento las llamadas desde la estación pidiendo ayuda se sucedieron durante toda la noche. El director del complejo lenense, que permaneció en solitario a bordo del barco, intentó que el Ministerio de Fomento abriera el paso con las quitanieves del puerto Pajares. La Administración central, con varias máquinas fuera de servicio, decidió priorizar sus competencias directas: "Se nos garantizó que en caso de emergencia acudirían", puntualizó ayer Martínez. El Ayuntamiento de Lena ofreció inicialmente su ayuda, para luego echarse atrás en su decisión.

Al no poder el personal acceder a Valgrande, la maquinaria propia de la estación no pudo utilizarse para despejar la carretera. Por la mañana, a las ocho, llegó el siguiente relevo y, de nuevo, se quedaron en la carretera, a dos kilómetros de la estación. Varios usuarios intentaron pasar y acabaron atrapados en la nieve con sus todoterrenos. Lo mismo le sucedió a una patrulla de la Guardia Civil. El Principado movilizó al helicóptero del "112" para intentar trasladar a los trabajadores a la estación. La niebla lo impidió. Al final, Fomento dio orden para que una quitanieves despejara el paso. Eran ya casi la una de la tarde. A esas horas, todo el entorno de la estación estaba copado por cientos de esquiadores, que al no poder llegar a las pistas buscaron cualquier colina para matar el gusanillo.

Los trabajadores culparon de los sucedido a "la total falta de previsión de la administración", Apuntaron la necesidad de "depurar responsabilidades" por la jornada de "caos" y criticaron que el sábado el Principado no decretase servicios mínimos. Los clubes deportivos de Pajares compartieron estas quejas, pero las ampliaron a los propios trabajadores: "Si no se hubieran saboteado los vehículos de la estación algo más se hubiera podido hacer. Tampoco entendemos que Fomento no mandase una quitanieves", señaló Íñigo Cabal (Club Ski Elit Mirios). "Todo ha sido una negligencia y la suerte es que no pasara nada. Estamos ante un nuevo ejemplo de la dejadez que sufre esta estación", remarcó Tomás González (Pajares Ski Club).