La Casa de la Buelga acogió la conferencia "Enrique García Alvarez: un actor asturiano en el cine de Luis Buñuel" que ofreció el vallisoletano Jorge Praga y que fue organizada por el colectivo cultural "Cauce del Nalón" en colaboración con el Ayuntamiento de Langreo y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas"

Como suele ser habitual, introdujo el acto el director de las instalaciones langreanas, Aladino Fernández, que explicó que el ponente "si bien es profesor de matemáticas, cuenta entre sus aficiones con todo aquello relacionado con el arte, la literatura y el cine" y destacó su vinculación con la asociación "Langreanos en el Mundo", de la que forma parte como miembro de su junta directiva.

"El actor langreano Enrique García Alvarez trabajó en películas populares mexicanas de los años cuarenta, cincuenta y sesenta y fue compañero de reparto de Mario Moreno, Cantinflas, de María Félix o Pedro Armendáriz, entre otras muchas figuras de la época, si bien "lo que le permitirá su alojamiento más profundo en la memoria fílmica del buen espectador es su participación en tres de las mejores películas de la etapa mexicana de Luis Buñuel: "Ensayo de un crimen", "Simón en el desierto" y "El ángel exterminador", aseveró Praga al comenzar su intervención.

El conferenciante explicó que descubrió a Enrigue García Alvarez "por culpa de un libro que recogía la historia de la Sociedad La Montera". Uno de los artículos de aquel libro recogía la biografía de uno de sus presidentes, que también fue alcalde de Langreo, Leopoldo Fernández Nespral, y en el mismo aparecía un acta en la que constaba que la Corporación municipal otorgaba "una importantísima subvención al precoz actor Enrique Álvarez García, para perfeccionar en Madrid sus estudios de arte escénico".

Movido por la curiosidad, Jorge Praga indagó y descubrió que García Alvarez nació en Sama de Langreo en 1896 y que murió en Valencia de un infarto de miocardio en 1973, que se casó con la también actriz española Carmen Collado y que fue distinguido con varios premios en México, "si bien es un completo desconocido aquí en su tierra natal, donde no hay una calle o un centro cultural que proclamen su recuerdo".

El ponente refirió que gracias a la beca del Ayuntamiento de Langreo, García se metió de lleno en el mundo teatral de la capital, donde gozó de notables éxitos y donde tomó contacto con la masonería, entrando a formar parte de la Logia "La Catoniana" con el nombre simbólico de "Sama", "dando así buena muestra de que no abandonó jamás el recuerdo y el orgullo por su pueblo". Del mismo modo, Praga explicó que al final de la guerra civil española el actor huyó a Francia y allí fue socorrido por la solidaridad masónica de Maurice Chevalier que le permitió llegar a México".

"El prolongado alejamiento de sus valles, de todo su país de nacimiento, fue para el actor Enrique García Álvarez una situación que compartió con cientos de miles de compatriotas y como todos, pensó siempre en volver". Enrique García Álvarez se encontró con Asturias, con el valle del Nalón, con Sama, "en la vejez, a la manera de Sean Thornton en Innisfree, o Eugenio Torrecilla a orillas del Nalón", refirió Praga, al tiempo que reclamó la "imperiosa necesidad" de que de un modo u otro la figura de García sea recordada en Langreo, tal vez al lado de Buñuel en el hermoso edificio del Cine Felgueroso de esa Sama, que siempre mantuvo en el recuerdo".