Visto para sentencia. Así quedó el juicio en el que Javier Moreira se enfrentaba a un año de cárcel por presuntamente haber sisado parte de la recaudación de la cafetería del hospital de Mieres -570 euros- hace dos años. Ya entonces, Moreira tuvo que defender su inocencia asegurando que era una denuncia falsa por haber defendido los derechos de sus compañeros. Y ayer tuvo que hacer lo mismo en la sala de lo Penal número 3 de Oviedo. "No robé nada, fue una represalia", aseguró tras la vista, a la que no acudió la empresa como demandante. De hecho, Moreira fue readmitido en su trabajo. Sin embargo, la Fiscalía decidía seguir adelante con el proceso y mantuvo su petición de un año de prisión.

En el documento del Ministerio Público se denunciaba que, presuntamente, el camarero se había quedado con dinero, al menos, en 17 ocasiones entre el 12 de octubre y el 7 de diciembre de 2016. "En lugar de depositar en la caja registradora el importe de las consumiciones que le entregaban varios de los clientes en pago de sus consumiciones, se quedaba físicamente con él y no registraba las ventas efectuadas", se exponía en el escrito de Fiscalía. Sin embargo, en el juicio fueron llamados a declarar agentes de la Guardia Civil que hicieron la investigación tras presentarse la correspondiente denuncia y corroboraron la versión del camarero. "En el juicio dijeron que no robé", explicó Moreira. Aún así, habrá que esperar a que el juez dicte la correspondiente sentencia.

Todo ocurrió a finales de 2016, Moreira y otro compañero, que contaban con más de treinta años de antigüedad dentro de la empresa fueron despedidos por "mala praxis". Sin embargo, el trasfondo de todo esto había sido, tal y como aseguraban por propios implicados, por defender los derechos de sus compañeros, concretamente el incumplimiento del convenio de restauración social. Estos trabajadores contaron con un importante apoyo por parte de los sindicatos, que aseguraban que la "mala praxis" que se había utilizado como argumento para despedirlos "no se había podido demostrar". De hecho, estos trabajadores acabaron siendo readmitidos. Lo que no se explicaba ayer Moreira es por qué la Fiscalía había decidido seguir con el proceso penal cuando no se había presentado la empresa. "Es tirar el dinero del contribuyente", subrayó.