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Arranca la obra de la acera que mejorará el acceso peatonal al hospital de Santullano

El proyecto busca reforzar la seguridad del vial y cuenta con un presupuesto de 76.996 euros

Las obras de construcción de la nueva acera. J. R. SILVEIRA

La conexión peatonal entre el casco urbano de Mieres y el hospital de Santullano pronto será mucho más segura. El Ayuntamiento ha iniciado las obras de apertura del nuevo vial que facilitará el acceso al citado barrio, evitando así a los vecinos tener que transitar por una tramo de carretera sin acera.

Las obras se localizan en la carretera que une el polígono de Vega de Arriba con Santullano y que transcurre encajonada entre las vías del tren y el centro comercial de "Caudalia". Es la conexión peatonal natural con el Hospital Álvarez Buylla, aunque desde la apertura del centro sanitario los transeúntes, en su mayoría, optan por hacer este trayecto a través del aparcamiento subterráneo del propio centro comercial. Esto es debido precisamente a la peligrosidad que entraña este paso.

La actuación que acaba de arrancar cuenta con un presupuesto de 76.996,81 euros y estará finalizada a mediados del marzo. "Se trata de un proyecto encaminado a mejorar la seguridad de un tramo con alto riesgo de accidentes", destacaron los responsables municipales consultados por este diario. Se construirá una acera y pasos de peatones.

Actualmente los viandantes deben transitar por este paso por el arcén que se encuentra tras la valla de protección de la carretera. En apenas 30 metros está el acceso a la estación de Feve y una parada de la línea municipal de autobuses.

En concreto, según consta en el proyecto técnico, el vial de conexión entre Santullano, que alberga entre otros servicios el hospital comarcal, y Mieres a través del polígono industrial fue retranqueado tras la construcción del centro comercial "Caudalia" y llevado en paralelo y próximo al ferrocarril de Feve.

Al no haber espacios de estacionamiento en la barriada, se construyó próximo a la vía férrea una zona de aparcamiento, quedando libre entre el vial y el estacionamiento una línea recta de 31 metros sin conexión directa entre ambos, por lo que, para evitar un punto negro como es la curva próxima al apeadero del tren, el Ayuntamiento decidió realizar la prolongación en recta del vial.

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