Érase un hombre que nació en La Coruña, pero que se sentía "payariego" (de Pajares, Lena). Érase el primer estudioso de la variante l.leniza del asturiano. Érase Ramón Menéndez Pidal, filológo e hijo adoptivo del concejo de Lena. La Casa de Cultura muestra a los escolares la vida y obra de este emblemático personaje, que vivió por las letras y les lletres. Lo hacen con una exposición y una actividad peculiar: su vida contada en un teatrillo.

Pasear por la exposición de Menéndez Pidal es viajar a otra época y a otra vida. Trasladarse a 1869, año de nacimiento de este filólogo. Y recorrer todos sus logros: como su apuesta por la figura de Rodrigo Díaz de Vivar (el Cid Campeador) y su lucha en favor de la libertad. Una libertad que quería para todos. Su mujer, María Goyri, fue una pionera del feminismo. La primera mujer que acudió con regularidad a las aulas de la Universidad, defensora de los derechos femeninos. La conoció en 1893 y a ella le dedicó un retrato que forma parte de la exposición: "El mayor galardón, María", escribió.

Con ella protagonizó una luna de miel muy peculiar: una ruta por las andanzas del Cid Campeador, impulso definitivo para un trayecto que convirtió en reclamo turístico. Amaba a su familia con una alegría que alcanzó la cima con el nacimiento de su hija, Jimena. Pero era entregado para todo. En 1905, tal y como recoge la muestra con una fotografía, fue enviado a Quito como comisario especial por Alfonso XIII. Su encargo era actuar como comisario especial en el litigio territorial entre Ecuador y Perú.

Fue nombrado director del Centro de Estudios Históricos (CEH), que nació al amparo de la Junta para la Ampliación de Estudio. Abanderó estudios y firmó obras como "Obras más relevantes entre 1914 y 1926", la serie "Poesía popular y romancero" o "Documentos lingüísticos de España". Entre sus muchas contribuciones a la lingüística, está el primer estudio de la variante l.leniza del asturiano.

Un trabajo que explicaron los responsables de la biblioteca a los alumnos de la Sagrada Familia-El Pilar, uno de los centros que acudieron a visitar la exposición. Estudió porque "gato" es "gatu" en asturiano y "guetu" en l.lenizo". Por qué un palo es "palu" o "pelu", dependiendo del lugar del concejo en el que nacieran los vecinos. "A él le debemos conocer más sobre nuestras tradiciones y nuestras raíces", explicaron a los chavales.

La Guerra Civil le obligó a dejar España. Él, que siempre había estado cerca de los gobiernos republicanos, tuvo que seguir su carrera en el extranjero. En 1939, se permitieron su vuelta y sus estudios. Pero ya sin apoyo institucional. Sus vecinos nunca le dieron la espalda. En 1946, le hicieron el mejor regalo posible: pusieron su nombre a la biblioteca de Pola de Lena. Él escribió una carta, expuesta de su puño y letra en la muestra: "Que esta biblioteca sirva para despertar vocaciones hacia los más variados trabajos y por fomentar la general cultura entre los que, aunque no nací aquí, puedo llamar mis paisanos", escribió.

La suya fue una vida de sorpresas. Con 92 años, colaboró en la producción de la película sobre Rodrigo Díaz de Vivar. En algunas fotos de la exposición, aparece junto a Sofía Loren y Charlton Heston. Son las últimas imágenes que trascendieron del filólogo, que sufrió una grave trombosis cuatro años después. Falleció en su casa de Madrid, el 14 de noviembre de 1968. Su ingenio, dicen, brilló hasta el final.