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Colapso judicial: un padre mierense tuvo que esperar dos años por la custodia de su hija

El abogado demandante advierte del "desgaste emocional" que generan estos largos procedimientos, con los equipos psicosociales saturados

Un padre mierense ha tardado más de dos años en ver resuelta su demanda para disfrutar de la custodia compartida de su hija, que al inicio del proceso apenas tenía dos años de edad. La petición de este joven ha sido avalada por un informe psicosocial, el problema es que ha tenido que esperar más de dos años para tener en su mano el peritaje que le permitirá mantener un contacto permanente con su hija. Al margen del desgaste emocional que ha generado el interminable procedimiento, durante el cual falleció la madre del demandante sin haber tenido casi posibilidades de contacto con su pequeña nieta, el caso deja al descubierto el colapso que padece el sistema judicial asturiano. Los escritos intercambiados por el Juzgado de primera instancia e instrucción de Siero (municipio en el que reside la madre) y los facultativos psicosociales retratan la falta de medios humanos para atender estos casos.

"El problema en este caso es que una única psicóloga y una trabajadora social deben encargarse de la carga de trabajo que generan varios juzgados", explica Braulio Antuña, abogado del padre de la niña. La demanda para lograr la custodia compartida se puso en octubre de 2016. En febrero del año pasado, el juez instructor pidió por escrito explicaciones al equipo psicosocial ante la tardanza de estos en emitir el informe pericial sobre las capacidades del demandante para asumir el cuidado de su hija. Los facultativos respondieron el 22 de febrero al magistrado recalcando que debían asumir la realización de periciales de los partidos judiciales de Laviana, Tineo, Cangas de Narcea, Llanes, Cangas de Onís, Infiesto y Siero. Del mismo modo apuntaron que "este equipo cuenta con un libro de registro de peticiones de informes donde se van apuntando en riguroso orden de entrada... A día de hoy (fecha del escrito) tenemos 15 exhortos a resolver previos, por lo que resulta imposible informar de una fecha concreta para su realización". Es decir, casi año y medio después de que el demandante iniciase el procedimiento para conseguir la custodia de su pequeña hija, los expertos psicosociales no sólo aún no habían iniciado la evaluación, sino que reconocían tener aún que afrontar otros quince casos previamente. El resultado fue que el procedimiento se alargó otros nueve meses para desesperación del progenitor.

Finalmente los esperados informes llegaron el pasado 21 de noviembre. La valoración fue favorable al padre: "Atendiendo a los intereses superiores de la menor, se considera conveniente un sistema de guardia y custodia compartida por periodos semanales", establecen tanto la psicóloga clínica como la trabajadora social. De esta forma, el padre ha tenido finalmente derecho a un acceso permanente a su hija, que actualmente tiene cuatro años.

"La justicia no puede tardar tanto tiempo en resolver una situación que conlleva un gran desgaste personal para todas las partes implicadas", señala Braulio Antuña. Este abogado es un convencido defensor de introducir en estos casos un sistema de mediación judicial previo a la apertura del proceso judicial: "De esta forma se podrían alcanzar muchos acuerdos descongestionando los Juzgados".

El Juzgado de Mieres, en principio, dispondrá pronto de más medios para atender este tipo de procedimientos judiciales. Y es que contará a partir de ahora con un nuevo equipo de atención psicológica especializado en asuntos de familia adscrito a los servicios de justicia. Entre las tareas que asumirá este servicio se encuentra velar por los interés de los menores en los trámites de divorcio. Hasta ahora Mieres debía recurrir a un equipo con sede en Avilés para cubrir este tipo de actuaciones.

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