El personal del hospital Álvarez Buylla de Mieres denunció ayer la falta de seguridad que existe en el aparcamiento del edificio, donde guardan sus vehículos mientras cumplen su jornada laboral. Y es que en el último mes se han producido un mínimo de cuatro actos vandálicos en estos coches, con ruedas pinchadas y grandes rayones en la carrocería. La denuncia se ha trasladado a la gerencia del centro sanitario, quien ya ha puesto los hechos en conocimiento de la empresa pública Gispasa, responsable del mantenimiento y la explotación de los servicios no asistenciales, para tratar de solucionar esta situación.
José Antonio González, representante del Cemsatse en el Álvarez Buylla, aseguró que "ya veníamos tiempo sufriendo actos vandálicos en el aparcamiento, aunque eran de menor calado, como a quitar los tapones de las ruedas, pero ahora los daños son mucho mayores". El problema, como explica González, "es que no hay nada de seguridad en el parking porque las cámaras sólo están colocadas en la entrada y en la salida". Tampoco hay personal trabajando allí durante todo el día: "Sólo viene un trabajador, que hace unas cuatro horas al día, coincidiendo con los cambios de turno, el resto del tiempo no hay nadie, a pesar de que se trata de un aparcamiento de pago". Los más afectados por estos actos vandálicos, como apunta el representante del Cemsatse, "son el personal que trabaja en el área de Urgencias, de hecho, alguno de ellos ha sufrido estos daños en más de una ocasión".
El personal del hospital pretende que Gispasa refuerce la seguridad en estas instalaciones. "Pedimos que pongan más cámaras en el interior del aparcamiento y que los trabajadores estén más tiempo allí", apuntó. González considera que estas medidas "podrían servir como disuasorias para evitar que se vuelvan a producir estos ataques". También agradeció la buena disposición mostrada desde la gerencia del hospital ante este problema, a la espera de que Gispasa actúe "cuanto antes".
