"Triunfantes perdedoras: formación y activismo en la Universidad" fue el título de la charla organizada por la asociación cultural Cauce del Nalón y que tuvo lugar, un viernes más, en la Casa de la Buelga de Ciaño con el amparo de la Universidad de Oviedo, el Ayuntamiento de Langreo y el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas. El evento fue presentado por el recién estrenado presidente de la entidad, Alejandro Canga, que toma el relevo de Francisco García Villar.

Alba Villa estudia Pedagogía y participa en Asamblees d'Estudiantes y en el Frente Feminista de la Universidad de Oviedo. Tomó la palabra para afirmar, rotunda, que "a día de hoy hay mucha desigualdad en la Universidad y así lo percibimos los sectores de jóvenes que al contrario de lo que se piensa, no somos ajenos a lo que sucede a nuestro alrededor y estamos presentes desde el compromiso".

La conferenciante aseguró que "las carreras de cuidados se asocian con las chicas y las técnicas con los chicos y, así, Medicina, Enfermería o Educación se siguen vinculando a las mujeres, mientras que en las Facultades de Ciencias y Técnicas la presencia de las mismas es minoritaria".

"La gente joven sigue teniendo la imagen de que Magisterio o Pedagogía son carreras que han de cursar mujeres", destacó, al tiempo que puso de manifiesto que incluso en carreras donde la presencia femenina es mayor, como el caso de Medicina, las alumnas reciben ciertos comentarios o mensajes "que a veces no son gratos y que cuestionan nuestra capacidad académica y profesional". "En Medicina se ha escuchado decir que, desde que las mujeres han entrado, la calidad de los médicos ha ido para abajo, y eso es algo que no puede consentirse", aseveró.

La estudiante hizo referencia a que se sigue silenciando el papel de las mujeres en los libros de historia y dejó patente que "las figuras femeninas relevantes siguen estando diluidas por no decir excluídas y a día de hoy, los currículums no solo ocultan a las mujeres sino también los problemas que las mismas sufren", y llamó la atención sobre el hecho de que "el respeto debido a los docentes haya supuesto que durante años fuese poco menos que impensable sancionar a un profesor que abusase de una alumna".

La profesora de Pedagogía, Aquilina Fueyo, tomó la palabra para destacar que "hay profesorado que sistemáticamente boicotea las huelgas, no solo la del 8 de marzo, con mecanismos que bien parecen sacados de otros tiempos", si bien puntualizó que en esta ocasión, la huelga cuenta con el respaldo de un reglamento que garantiza que no se pondrá falta a quienes deseen secundarla ni se programarán exámenes".

Fueyo subrayó que la mayoría de los estudiantes de la Universidad son mujeres, las que más se gradúan y con mejores resultados académicos. "Sin embargo, los hombres graduados tienen menos paro y ganan más que las mujeres, que son las que sufren más precariedad laboral", dijo. "A pesar de esto, los puestos de más relevancia en investigación están ocupados por hombres en un 75 por ciento, algo que es a todas luces escandaloso, y en el campo de la docencia los datos también son desoladores".

"Es evidente que las mujeres hemos hecho una conquista, hemos llegado a la Universidad, pero cuando estamos ahí sufrimos mecanismos que nos impiden estar en igualdad con los hombres, y esto es un dato objetivo, respaldado por estudios, no meras suposiciones", lamentó.