Adiós a Enol Megido, adiós a su sonrisa. "Siempre estaba contento, siempre con bromas", aseguraron ayer algunos de los cientos de jóvenes que estuvieron en el tanatorio para despedir al joven piloto allerano. Enol Megido, de 19 años, falleció durante una prueba del Campeonato de Motocross de Rueda.

El tanatorio recibió a tantas personas ayer, desde primera hora de la tarde, que fue necesario regular la circulación en los momentos de más afluencia.

Enol Megido era muy conocido y apreciado. "Si lo conocías, era imposible no admirarlo, no quererlo", señalaron sus allegados. Trabajaba como camarero en un grupo de ocio nocturno de Mieres y estaba preparándose para alistarse al ejército. Le gustaba relacionarse con la gente y era, dijeron ayer sus amigos, "el mejor que podías tener, siempre estaba cuando lo necesitabas".

Amigo de sus amigos y amante de las motos. El motocross era su vida. "Nos consuela que se haya ido haciendo algo que de verdad le gustaba, para él era una parte importante de su vida", aseguraron.

Los jóvenes arroparon a los padres de Enol, Mati Díaz y Jeromo Megido, y también a su hermano, Pablo, al que estaba muy unido.