La Universidad Nebrija, de Madrid, ha puesto la mirada en Mieres y, más en concreto, en el área industrial que integra el lavadero del El Batán (Hunosa) y la fábrica de Mieres Tubos. Alumnos del posgrado de Arquitectura se han desplazado al municipio para analizar el futuro aprovechamiento urbanístico de estos terrenos. Bajo la tutela de los profesores Juan Tur y Alexandra Delgado, el objetivo es esta iniciativa académica es desarrollar alternativas para un nuevo paisaje industrial y urbano ligado al eje del río Caudal.
El máster que ha elegido Mieres como laboratorio responde al título de "Paisajes de la transición energética. De la cuenca minera a la cuenca de la innovación: Futuros escenarios para la zona norte de Mieres". Una decena de arquitectos de toda España (Mallorca, Madrid, Zaragoza, Cuenca, Granada y Albacete) cursan este taller de posgrado. "Se han elaborado tres grupos de trabajo y cada uno de ellos elaborará una propuesta para la recuperación de este espacio tan representativo de la confrontación entre industria, naturaleza y el mundo rural", explicó Alexandra Delgado. Los trabajos serán analizados a finales de mayo por un jurado de expertos. Durante la reciente visita que el grupo hizo a Mieres para desarrollar el trabajo de campo, todos ellos fueron recibidos por el alcalde, Aníbal Vázquez. En principio, regresarán con los proyectos para presentarlos al Ayuntamiento.
Habrá que esperar aún tres meses para conocer la visión que el mundo que la arquitectura ofrece de la zona norte del casco urbano de Mieres. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOE), del que solo se conocen algunos detalles pese a estar ya concluido, descarta entre otras cosas la expansión de la ciudad hacia el norte, puesto que los terrenos que actualmente ocupa el lavadero de El Batán seguirán destinados a uso industrial. Ahora bien, a principios de siglo hubo en Mieres un latente debate sobre la necesidad de favorecer el que se entiende como crecimiento natural de la ciudad, una controversia que ha ido apagándose. Ahora, la Universidad Nebrija pone de nuevo en foco en lo que para muchos geógrafos es un proceso inevitable a largo plazo.
Guía
Los participantes en el taller universitario han contado como guía en Mieres con el arquitecto Rogelio Ruiz. "El área comprendida entre Mieres Tubos y los lavaderos de Hunosa, con el entronque que supone la autovía minera, condensa toda una problemática entre el río, vías rodadas, trenes, espacios industriales y viviendas que merecen un análisis profundo y con visión de futuro", apunta este experto.
El curso plantea una investigación "sobre las áreas de oportunidad que surgen a raíz de la transición energética y sobre la capacidad que tiene el diseño urbano y del paisaje para imaginar futuros escenarios, estimulando nuevas alternativas a través de un desarrollo sostenible de los asentamientos productivos". Se trata de poner a prueba la capacidad de la arquitectura "para reciclar un paisaje industrializado en un nuevo escenario contemporáneo". Se pone como ejemplo la transformación impulsada en Cuenca del Ruhr en Alemania, que tuvo lugar en la década de los 90. En el caso de Mieres, la ciudad se muestra como paradigma de los entornos dependientes del carbón: "y cuyo cierre invita a pensar estrategias de reciclaje de sus instalaciones y su entorno, así como de aquellos polígonos industriales vinculados a ellas". Como alternativa se ofrece un amplio abanico de alternativas: "Nuevos polígonos que sean capaces de acoger espacios productivos de usos mixtos, combinados con usos residenciales y espacios públicos, todo ello teniendo como leitmotiv, el nuevo mercado de la transición energética y las energías renovables. Diseño e intervenciones urbanas con el objetivo de crear entornos que promuevan la innovación y la investigación, todo ello en un desarrollo urbano sostenible".
