Esta tarde Aller decía su último adiós a Enol Megido, el motociclista fallecido en el Campeonato de Motocross disputado en Valladolid hace escasos días.motociclista fallecido Campeonato de Motocross Valladolid Antes de que el funeral por el joven de Cabañaquinta una caravana formada por moteros de todo el Principado recorrió las calles de Moreda en honor al joven de 19 años.

Luis Molina, presidente de la Federación de Motociclismo de Asturias, había pedido a todo aquel amante de las motos que los acompañara en el último homenaje a Enol Megido y admitía que el mundo de las dos ruedas "tiene el corazón roto".

La despedida del joven motociclista fue seguida por decenas de amigos y compañeros, amantes todos de las motos y de del deporte del motor. Todos y cada uno de los moteros lucían el dorsal 27, el mismo usado por Megido en sus competiciones.

Las motos eran su pasión

Las motos eran su pasión desde niño. "Le apasionaba el motocross y, en él se juntaba el talento con la voluntad", explicaron amigos que lo acompañaron en sus comienzos como piloto. Hace dos años que se inscribió en la Federación de Motociclismo de Asturias y, el año pasado, quedó en el 11º. puesto de la región. Además, corría con un grupo de amigos en el Team Carkaba y había empezado esta temporada en el Valdesoto Motoclub. "Era realmente bueno y nunca se cansaba de la moto", afirmaron sus allegados.

Una pasión que compartía con algunos miembros de su familia. Su padre, Jeromo Megido, era uno de sus más fieles seguidores. Presenció la carrera en la que se produjo el accidente. Enol Megido había comenzado el recorrido hacía apenas cuatro o cinco minutos. El "salto" en el que se produjo la caída llegaba después de una curva pronunciada. Enol Megido, por tanto, no circulaba a mucha velocidad. "No superaba los treinta kilómetros por hora", aseguraron varios testigos.