El fenómeno de la Transición política desde la visión feminista de mujeres asturianas que participaron e intervinieron directamente en ella fue el motivo de la charla -coloquio titulado "Mujeres en la Transición democrática"-, organizada por la asociación "Amigos de Mieres". El acto contó con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas, y fue moderado por la periodista y guionista mierense Ana Luz Suárez, que comenzó situando a la audiencia en el entorno histórico del periodo 1975-1982 para, a continuación, resumir las extensas trayectorias de las intervinientes, "personalidades representativas y queridas de la Transición en Asturias", dijo.

Paz Fernández Felgueroso centró su intervención en la idea de la doble militancia y la doble lucha mantenida por las mujeres: democrática y feminista. "Para las mujeres, la Transición se alargó mucho más en el tiempo, hasta que se desarrollaron las leyes que nos iban igualando en derechos a los hombres", recordó la ex alcaldesa de Gijón, que sitúa en la promulgación de la Ley de Asociaciones de 1965 el momento de nacimiento del movimiento feminista organizado. "Fuimos abriendo una brecha, desde la consideración legal de la mujeres, como si fuera siempre menor de edad o incapaz, hasta alcanzar cargos de responsabilidad en asociaciones y partidos". Felgueroso, que no olvida la extrañeza de los asistentes a sus primeros mítines al hablar de derechos de la mujer, rememoró las movilizaciones por los enjuiciamientos de mujeres por adulterio, aborto y prostitución. "En nuestros propios partidos de izquierda se proclamaba una igualdad que no existía realmente", expuso Fernández Felgueroso. "Nuestra lucha está inacabada", concluyó la política socialista gijonesa.

Laura González inició su intervención haciendo un reconocimiento de las mujeres en el franquismo. "Las militantes del PCE se encontraban con una doble desigualdad, fuera y dentro del partido", señaló. González, que ve en la Transición más luces que sombras, entiende ese periodo como comienzo de avances que fueron consolidándose con posterioridad. "Estoy entusiasmada con lo que estoy viendo ahora, con tanta juventud en las calles. Es un gran motivo de esperanza", dijo Laura González, en referencia al éxito de las jornadas del 8-M. "La defensa de los derechos de las mujeres es una mejora para toda la sociedad", remarcó. "Que no se detenga la pasión del 8 de marzo", finalizó González.

Por último, Paloma Uría, destacó que "el gran avance de las mujeres en la Transición fue la capacidad de movilización y haber logrado darnos la palabra". Uría, con una trayectoria marcada por la lucha antifranquista, fue cofundadora del Frente de Liberación Popular, militante del MCA y participó en la creación de la Asociación Feminista de Asturias. "Fuimos reivindicativas e imaginativas", reconoció Uría. "En el 76 ya reclamábamos que la baja por maternidad se repartiera entre los dos progenitores, algo que en la actualidad aún no está resuelto", denunció.

Finalmente, las intervinientes compartieron con el público los recuerdos de manifestaciones, represión, movilizaciones y, con frecuencia, incomprensión en el seno de sus propias organizaciones.