El entorno del colegio de Educación Especial de Santullano lucirá a la altura de la atención y formación integral que ofrece en su interior. El Ayuntamiento ha invertido 64.510 euros en la mejora de las canchas, aceras y calderas para facilitar el acceso al centro, que lleva veintiún años funcionando con gestión pública. Cuenta con veinticinco alumnos y el equipo de formadores (docentes y auxiliares) suma veinte personas. Casi uno para cada estudiante, para que la atención sea individualizada. "Estamos muy satisfechos con esta obra, era una antigua reivindicación del centro", explicó ayer la directora, Montse Sariego.

La responsable del centro recibió por la mañana al alcalde, Aníbal Vázquez, que encabezó una visita a la actuación. Junto a él estuvieron Delia Campomanes, edil de Urbanismo y Antonio Iglesias, técnico del Consistorio. "Esta obra era muy necesaria para el colegio, teníamos claro que invertiríamos lo que fuera necesario para tener este edificio en condiciones", señaló Vázquez.

La entrada al centro estaba, hasta ahora, llena de gravilla. "Supone un obstáculo grande para nuestros alumnos con problemas de movilidad", destacó Sariego. Es por eso que la obra incluye el acondicionamiento y asfaltado del patio que da acceso al centro y también de la cancha trasera. Además de la instalación del cierre perimetral y desbroce y limpieza integral del entorno. También se colocarán porterías y canastas en las canchas: "Las que había tuvieron que ser retiradas hace ya unos años porque no cumplían con la normativa actual", explicaron. También actuarán en la sala de calderas y se pintarán las plazas de aparcamiento.

Un exterior acorde con la innovación que guarda el interior. Sorprende la superficie que ocupa el colegio de Educación Especial de Santullano. Pero no hay ni una sala vacía. Según explicó Sariego, siete aulas están destinadas a tutoría, hay otra sala de estimulación y un gimnasio. Además, está en marcha un "taller de consumo", en el que los alumnos aprenden a desenvolverse con dinero, y otro de tareas relacionadas con el hogar y situaciones cotidianas. Hay otro aula de nuevas tecnologías, con dos pizarras digitales y otros recursos innovadores. Uno de ellos es una herramienta de estimulación, aportada por las familias (la AMPA), a través de unos juegos que se reflejan en una caja de arena y que permite la manipulación de elementos.

Recursos materiales a la altura del equipo humano que trabaja en el centro. Actualmente, el colegio cuenta con ocho maestras de pedagogía terapéutica (PT), docente de música, profesor de Educación Física, fisioterapeuta, tres profesores de audición y lenguaje, un profesor de taller. También personal de orientación, tres auxiliares educativas y cuatro cuidadoras de comedor.

Todo para que la atención sea individualizada y se adapte a las necesidades de cada alumno. Están matriculados estudiantes de entre cuatro y veintiún años. En el centro cursan Educación Infantil, primer ciclo de Educación Básica, segundo ciclo de Educación Básica y la etapa de orientación a la vida adulta. A este último ciclo acuden alumnos de entre 18 y 21 años. Las obras fueron adjudicadas a Eulen y están muy avanzadas. "Esperamos poder disfrutar ya en unas semanas de los patios", señaló la directora.