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El museo de la ciencia del pozo Entrego contará con una sala de hologramas

El espacio, que ha comenzado a equiparse tras su remodelación, podrá ser visitado por escolares y también acogerá demostraciones científicas

El investigador Adolfo Fernández con uno de los hologramas. J. R. SILVEIRA

El Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología (CINN) ya ha comenzado a equipar las dependencias en las que se ubicará el pequeño museo de ciencia en el que se divulgará el trabajo de los investigadores del complejo. La nueva instalación, que podrá visitarse con reserva previa, está en la planta baja del edificio tecnológico del pozo Entrego, el equipamiento en el que el CINN tiene su sede principal. También servirá para realizar demostraciones científicas a clientes potenciales vinculados a las actividades que se desarrollan en el centro de investigación.

En el museo habrá materiales como hologramas, un espejo de satélite o un implante dental a escala, todo ello complementado con paneles explicativos y elementos interactivos. La idea es explicar a los visitantes temas vinculados con la ciencia y con los campos de actividad que se abordan en el CINN, así como las aplicaciones que tienen para la vida diaria. El espacio elegido es una estancia diáfana con grandes cristaleras y unos 200 metros cuadrados de superficie.

Los trabajos de acondicionamiento ya han finalizado y ahora queda colocar los contenidos expositivos. En una parte de la estancia se han pintado paredes y techos de negro para conseguir el fondos oscuro que permita ver los hologramas, una imágenes tridimensionales en color obtenidas mediante láser. "Ya hemos acabado de modificar lo que va a ser la parte del museo de la holografía y empezaremos a colocar los láseres, los hologramas y las imágenes en tres dimensiones durante esta semana", indicó Ramón Torrecillas, director del CINN.

"Queremos que sea un espacio divulgativo, especialmente para escolares, pero va a ir más allá. Es un espacio de demostración para poder buscar proyectos con otras empresas donde vean las posibilidades de tecnologías en tres dimensiones", añadió Torrecillas. La parte dedicada a la holografía ocupará la mitad del museo. Hay una cristalera que permitirá ver los hologramas desde el pasillo, aunque el museo esté cerrado. "Habrá toda una colección de hologramas casi históricos porque tenemos algunos que tienen muchos años , de los primeros que se hicieron en Estados Unidos y en Inglaterra. Hay hologramas artísticos que constituyen hitos de lo que se ha conseguido hacer en imagen en tres dimensiones a lo largo de la Historia".

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