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El año de las cuatro plagas en las Cuencas

La aparición de avispas asiáticas, "cerdolí", oruga procesionaria y polilla de boj pone en vilo al sector primario porque "atacan el ecosistema" - Los ganaderos exigen al Principado que tome medidas y no minimice la amenaza: "Puede empezar una batalla como la del lobo", claman

Las de Egipto, según la Biblia, fueron diez plagas. En las Cuencas, este año, ya van cuatro. Ganaderos, apicultores y vecinos de la zona rural llevan meses alertando de la presencia de especies invasoras en las comarcas de Nalón y Caudal. La primera en llegar fue la avispa asiática (vespa vetulina), que amenaza con acabar con los colmenares locales y la producción de miel. También se ha constatado la presencia de "cerdolí" -un híbrido de cerdo vietnamita y jabalí ibérico- en los montes y, en Mieres, se ha constatado la presencia de oruga procesionaria y la polilla de boj. La primera puede ser mortal para animales, por su veneno, la segunda come las hojas de los árboles hasta que los seca.

Los apicultores dieron la voz de alarma sobre la avispa asiática, que puede resultar también peligrosa para los humanos (su picadura es mucho más fuerte que la de la avispa autóctona) hace ya dos años. La especie invasora había llegado a Asturias poco antes, cuando se registró el primer nido en la comarca del Caudal. Ocurrió en el entorno de Piñeres (Aller). Un vecino estaba cortando leña cuando vio que "una nube negra" se acercaba a su cara. Fue lo último que recordó hasta despertar en el hospital, víctima de varias picaduras de este peligroso insecto.

La aparición de nidos siguió aumentando, con avisos tanto en la zona rural del Nalón como en la del Caudal. Hace unos meses, los bomberos tuvieron que acudir en varias ocasiones a una vivienda en Cabañaquinta: no lograban matar a la reina y el nido se formaba una y otra vez. La preocupación de los apicultores ha ido en aumento y, actualmente, aseguran que "la presencia de la avispa asiática empieza a notarse en la producción de miel".

La Asociación de Apicultores Alleranos, una de las más antiguas y con más socios de la región, centra sus esfuerzos en la lucha contra la invasora. Entre otras medidas, han instalado trampas y han logrado "cazar" a veinte reinas. La "trampa" consiste en una botella de plástico reciclada, que se llena con un poco de bebida dulce para que la avispa asiática entre, lo pruebe, y quede atrapada.

Si la vetulina era poco, llegó el "cerdolí". La especie nació tras el abandono de cerdos vietnamitas, que eran mascotas, en el monte. Así se cruzaron estos animales "domésticos" con los jabalíes. El Principado reconoce la presencia de este híbrido en Morcín, pero los ganaderos aseguran que está extendida por toda la comarca del Caudal. Se trata de un animal que causa los mismos destrozos que el jabalí y es más peligroso: procrea más rápido (cría hasta dos veces al año) y la carga genética de cerdo lo hace más "doméstico". Puede acercarse a localidades, de hecho, en Soto de Ribera los vecinos han avistado a un ejemplar.

Amenazas en el campo, y también en la ciudad. En Mieres, a principios de este mes, el Ayuntamiento tuvo que poner en marcha una campaña contra la oruga procesionaria. El insecto es muy venenoso e hirió a dos perros. Uno de ellos, según testigos, se salvó "por la rápida intervención del veterinario que lo atendió". Se señalizaron parques y zonas de esparcimiento canino, además de tomar medidas para su exterminio.

"Lo que tenemos en Vega de Arriba no es procesionaria, es oruga de boj". El anuncio de los vecinos del barrio llegó acompañado de unas fotos en las que se veía con claridad la presencia de esta especie. Es una polilla asiática que come las hojas de los árboles y puede llegar a secarlos. Apareció hace relativamente poco en Europa: el primer caso se registró en Alemania en el año 2006.

Hasta ahora, nadie había alertado sobre la oruga en las Cuencas. "En Vega de Arriba está terminando con los arbustos", aseguraron los vecinos. Y los ganaderos se sumaron al anuncio: "Lleva ya unos años apareciendo por los montes de la comarca". En concreto, se han detectado casos en Ribono y en el monte de Llosorio. "Esta especie afecta al ecosistema y a la riqueza natural del entorno", afirmaron los productores.

Las propuestas

Los portavoces del sector primario consideran que la presencia de estas especies invasoras pueden afectar gravemente a su labor. En la lucha contra el "cerdolí", han mediado también los cazadores. Reclaman la organización de batidas para terminar con la especie híbrida. Propuesta que los ayuntamientos, siempre a propuesta de los ganaderos, están dispuestos a llevar al Principado. El resto de "amenazas", dicen, también requieren de la atención de la Administración regional. "Necesitamos que se tomen medidas con la mayor brevedad posible", señalaron. De lo contrario, advierten, "comenzará una batalla como la del lobo".

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