Bienvenidos residentes al hospital Álvarez Buylla de Mieres. El centro sanitario cabecera del Caudal dio ayer la bienvenida a los médicos MIR (Médicos Internos Residentes), después de un año difícil: el Ministerio de Sanidad había cambiado los criterios y dejado fuera del programa al hospital, pero los recursos presentados por la dirección y por el Principado permitirán recuperarlo. Apelaron, sobre todo, a la calidad formativa de este hospital. Una idea que ayer caló hondo en los MIR que visitaron el centro, durante la jornada de puertas abiertas, para interesarse en sus especialidades: medicina de familia y psiquiatría. "Nos parece que se preocupan por nosotros, y ese es un punto a favor", aseguraron tras la visita.

El hospital Álvarez Buylla de Mieres no podía acceder al programa de MIR porque no alcanzaba el número de partos anuales que exigía el Ministerio de Sanidad. Tampoco al mínimo de urgencias mensuales. Pero la falta cualitativa, se compensa con una atención de calidad: "Aquí aprenderéis desde el primer día", aseguró el doctor Ramón Rodríguez, jefe de Urgencias. Fue el responsable de recibir a las médicas, junto a una representación de la gerencia.

Primero, la teoría. La médica Susana Suárez ofreció una charla sobre la especialidad de medicina de familia: "Es una especialidad, no se trata de un servicio administrativo que derive a especialistas", señaló. En este punto, aseguró que es "una labor muy bonita", sobre todo por el vínculo que se genera entre el paciente y su médico. También por la formación completa que recibirán durante los próximos años y que los preparará para ser "el primer médico al que acude el paciente. Incluso la persona de confianza a la que consultarán tras acudir a otros especialistas".

Para eso llevan tanto tiempo estudiando. Irene Álvarez, una de las médicas MIR, aseguró que la carrera de Medicina requiere de "una gran vocación, demasiada". Ella está interesada en el hospital Álvarez Buylla, aunque aún no ha tomado una decisión en firme. La fecha límite para decidir hospital es el 22 de mayo, comenzarán el día 27. "Es muy rápido todo", afirmó Desiré Martínez, estudiante de Ponferrada (León). Ella ya está mirando pisos, pero no cerrará ningún trato hasta decantarse por el centro en el que hará la residencia.

Es una decisión difícil. Porque los MIR, dependiendo de la especialidad, tendrán que mantenerse en el programa durante los próximos cuatro o cinco años. Y empezarán fuerte. Durante los cinco primeros meses, en el caso de que elijan la especialidad de medicina de familia, estarán en el centro de salud. Tendrán jornadas de 17 a 24 horas. Desde el próximo mes de septiembre, y hasta finalizar el primer año de MIR, cubrirán guardias en urgencias dos tardes al mes (de 15 a 21 horas).

Y, después, acercarse a la práctica. La jornada siguió con una visita por el hospital, que guió Ángel Mones y en la que también participó Ramón Rodríguez. Tras visitar el área de docencia, Andrea Pola aseguró que "este hospital me está gustando mucho, más que nada por su estructura y por lo nuevo que es". El Álvarez-Buylla tiene un diseño que permite salvaguardar en todo momento la privacidad del paciente: dos pasillos paralelos que nunca se cruzan.

Cristina Martínez ha visitado varios hospitales y la decisión cada vez es más difícil. Gema Martínez vivió la visita más relajada. Ella también es MIR, pero ayer sólo acompañaba a su hermana (también doctora): "Estoy interesada en otras especialidades clínicas, como endocrino o pediatría", afirmó.

Siguió el recorrido, y" les mostraron una de las "joyas de la corona" del hospital: la bañera rosa en la que las mamás pueden relajarse durante la dilatación. "Esto es muy Kardashian", bromearon algunas en voz baja. Son días de prepararse para lo que tanto llevan esperando: ser doctoras. ¿Nervios por lo que viene? Dicen que sí, pero con muchas ganas: "Llevamos seis años estudiando, ya queremos sentirnos más útiles".