El abogado de la defensa del mierense acusado de abusar sexualmente de una amiga menor (ella con 17 años y él con 21 años en 2016, cuando ocurrieron los hechos) asegura que las relaciones "fueron consentidas". Sobre esta premisa basó ayer sus alegatos durante la vista oral -celebrada ayer en la Audiencia Provincial a puerta cerrada-, contradiciendo así el escrito de la Fiscalía de Asturias y pidiendo la libre absolución. El Ministerio Fiscal afirma en su denuncia que la joven estaba inconsciente cuando ocurrieron los hechos. Postura que mantiene la acusación particular, que eleva la petición de cárcel de los cinco años que proponía el Ministerio Fiscal hasta los diez años.

Los hechos tuvieron lugar el 12 de agosto de 2016. Todas las partes coinciden en que el presunto agresor y víctima estaban haciendo un "botellón" en el entorno de La Villa. En un momento determinado, la chica y el joven -junto a otro amigo- fueron a casa de ella. y consumieron speed. Luego, según el Ministerio Fiscal, salieron de nuevo de casa para reunirse con todo el grupo de amigos en el "botellón".

En este punto surgen las versiones: según el Ministerio Fiscal, la joven "alcanzó un alto grado de embriaguez". Según la defensa, la chica no estaba tan ebria "como para haber perdido la capacidad de decidir". Es un argumento, siempre según la versión de la defensa, "que han hecho saber también algunos testigos". "Varias de sus amigas aseguraron que ella no había bebido tanto y, de hecho, que había dejado de beber una hora antes de dejar la fiesta junto a él (el presunto agresor)", añadió el letrado.

Los testigos vieron que se iban juntos. Según el Ministerio Fiscal, él la acompañó a casa "ante el estado de intoxicación etílica que presentaba". Y la denuncia apunta a que hicieron un alto en la vivienda. Fue en ese lugar en el que presuntamente sucedieron los hechos por los que el hombre está siendo procesado. Ella estaba "inconsciente", mantiene la Fiscalía, que afirma que estuvieron en la casa algo más de una hora. "No llegó a veinte minutos y no perdió la conciencia", apuntó la defensa.

La joven se despertó de madrugada y no se acordaba de nada, extremo que mantuvo ayer en la vista oral. Al sentir molestias en la zona vaginal, apunta la Fiscalía, se puso en contacto con su presunto agresor por WhatsApp. "El procesado le confesó lo sucedido, admitiendo que había hecho mal y le pidió disculpas", afirmó el Ministerio Fiscal.

La defensa también contradijo este punto. Según la versión del letrado, "lo único que él dijo es que había metido la pata porque había hablado de la relación sexual mantenida con la mejor amiga de ella, que era la exnovia de él".

La Fiscalía considera que el acusado los hechos son constitutivos de un delito de abusos sexuales. Además de la petición de cinco años de privación de libertad, también solicita prohibición de aproximación a una distancia inferior a 300 metros de la joven, lugar de trabajo o estudio y cualquier otro frecuentado por ella, así como de comunicarse por cualquier medio durante diez años.