La culminación del soterramiento de la línea de la antigua Feve a su paso por Langreo, una obra iniciada hace una década, ha vuelto a descarrilar en los despachos. Después de más de seis meses de trámites para modificar el convenio y permitir que el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) se hiciera cargo de la ejecución de la denominada superestructura (instalación de vías, catenaria y señalización), el Ministerio de Hacienda ha exigido que se invalide todo el procedimiento y se vuelva a retomar desde el principio ya que entiende que jurídicamente no es viable una modificación de ese convenio y es preciso anularlo y elaborar uno nuevo. "Es inexplicable, una nueva agresión a los vecinos de Langreo. Se han tirado siete meses a la basura", aseguró el Alcalde, Jesús Sánchez.
El convenio original del soterramiento tuvo que modificarse para que el Adif pudiera hacerse cargo de la ejecución de la superestructura, ya que la competencia del proyecto era del Principado, que ejecutó la obra civil del falso túnel a través de una encomienda de gestión anterior. Este problema jurídico mantiene paralizado el proyecto desde hace meses. La previsión del Gobierno anterior, del PP, era licitar la superestructura en marzo del año pasado y que comenzara a ejecutarse en agosto, pero esos plazos nunca se cumplieron. El nuevo Ejecutivo del PSOE, después de un verano sin dar explicaciones de los motivos de la paralización, convocó en octubre a Ayuntamiento y Principado para informar de que era preciso modificar el convenio.
Desacuerdos
El plazo previsto para cubrir ese trámite era en principio de un mes, pero tampoco se cumplió. Los desacuerdos entre las administraciones implicadas y los errores formales en el documento que hubo que subsanar hicieron que la firma se fuera demorando. Ahora, cuando parecía que ese trámite estaba cerca de completarse, todo ha vuelto a saltar por los aires y la tramitación realizada en los últimos siete meses no sirve porque, según Hacienda, hace falta firmar un nuevo convenio que vuelve a retrasar el proyecto de forma indefinida.
El Alcalde, que ayer informó de la situación a los grupos políticos y a la Plataforma en Defensa del Soterramiento tras recibir la noticia por parte de responsables del Adif, no ocultó su indignación. "Es frustrante porque supone volver a empezar de cero. El Adif no ha dicho que hay un problema jurídico con la tramitación de la adenda del convenio porque es preceptivo contar con un informe de Hacienda y este Ministerio entiende que el procedimiento seguido no es el adecuado". Y añadió: "Al parecer, Hacienda sostiene para que la encomienda de gestión vuelva al Adif, las partes debe denunciar el convenio actual, anularlo y firmar uno nuevo. Es inexplicable que no se haya tenido en cuenta esta situación desde el principio; no me entra en la cabeza y más con los antecedentes de esta obra porque no hay que olvidar que nosotros hemos que tenido que aprobar tres veces en el Ayuntamiento la misma adenda del convenio para encontrarnos ahora con esto. Se han tirado siete meses a la basura".
Jesús Sánchez expuso que, para superar este nuevo bloqueo del proyecto, se podría plantear un recurso administrativo dentro del propio Gobierno central, "pero deben ser ellos los que digan que se va a hacer ahora. El Ministerio de Fomento y el PSOE de España y de Asturias deberían dar la cara y explicar esta situación. Tienen que plantear soluciones y poner plazos sobre la mesa para solventar este problema. Si tuvieran un mínimo de dignidad política deberían asumir sus responsabilidades por este asunto". Y agregó: "Es una nueva agresión a los vecinos de Langreo. No se puede jugar de esta forma con las ilusiones de la gente y haremos lo posible y lo imposible para conseguir por desbloquear la obra".
Inversión
El soterramiento de las vías de Langreo se inició en 2009 con una inversión de partida de 55 millones. Una década después, ya se han gastado 70 y hay 40 más comprometidos para la instalación de las vías y otros 10 para la urbanización de los terrenos liberados. Un desembolso global que, cuando se complete la obra, alcanzará los 120 millones, más del doble de lo previsto y por encima de los 110 millones que en su día se presupuestaron para financiar la que debía ser la otra gran infraestructura ferroviaria de la comarca: el tranvía. El proyecto del tren-tran nunca vio la luz finalmente, pese a que llegaron a gastarse cuatro millones de euros en los proyectos técnicos para la actuación.
La eliminación del corsé férreo generado por la línea de la antigua Feve a su paso por Langreo se puso en marcha a finales de 2009 con un plazo de ejecución de 30 meses. Sin embargo, los problemas geotécnicos, las dificultades con la financiación y las complicaciones administrativas fueron demorado el desarrollo de los trabajos, que estuvieron prácticamente paralizados durante algo más de un año.
La supresión de las partidas de los fondos mineros hizo que el Principado asumiera la financiación de las obras del falso túnel, cuyo coste se elevó hasta los 70 millones de euros.
La disputa sobre qué administración debía hacerse cargo de la superestructura volvió a demorar el proyecto, hasta que el Adif se hizo cargo.
