Las estaciones de esquí asturianas están intentando alargar al máximo un invierno que hace ya algún tiempo que abandonó la región. Fuentes de Invierno y Valgrande-Pajares están consiguiendo cuidar la cada vez más escasa nieve que almacenan en sus pistas con un celo loable. El penúltimo fin de semana de la temporada invernal se saldó con 2.000 esquiadores en los complejos deportivos de Aller y Lena. Ambos equipamientos están a un paso de lograr lo que hace dos semanas parecía casi inviable, llegar al puente de Semana Santa con nieve.

Mientras las ciudades de costa ya preparan sus playas para el verano, en las estaciones de esquí se sigue disfrutando de la nieve. "Hay que agradecer el esfuerzo que están haciendo las direcciones de los complejos y los trabajadores", apuntaban ayer portavoces del tejido hostelero local. Fuentes de Invierno puso este fin de semana a disposición de los usuarios todos los remontes y 12 pistas, lo que suponen 5,2 kilómetros esquiables . Por su parte, Valgrande-Pajares ofertó hasta 9 pistas y 7,8 kilómetros practicables. El número de usuarios totales de forma conjunta durante el fin de semana fue de 2.001 esquiadores. Pajares mantiene aún espesores de entre 10 y 70 centímetros. En la zona alta de Fuentes de Invierno hay algo más de nieve. Son las reservas con las que las estaciones confían en salvar el inminente puente vacaciones. A principios de temporada se truncó el de la Constitución, y la Navidad, por falta de nieve.