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Las medidas para frenar las plagas de insectos

Mieres se fortifica contra los invasores

La ofensiva contra la polilla de boj, la procesionaria y la avispa asiática incluye el cierre de jardines y parques caninos y la colocación de trampas

Cierre de uno de los jardines de Vega de Arriba. J. R. SILVEIRA

El Ayuntamiento de Mieres ha tenido que redoblar sus esfuerzos durante las últimas semanas para frenar el avance de una hueste invasora. El ejercito que se adentró en el concejo está conformado por pequeños soldados, pero muy disciplinados y belicosos. Primero fue la oruga procesionaria y, a continuación, llegaron la avispa asiática y otro tipo de polilla, la de boj. El despliegue defensivo municipal ha incluido el cierre de jardines urbanos, parques para perros y la colocación de decenas de trampas. Son ya varios miles de euros lo que se ha invertido para combatir estos molestos y en ocasiones peligrosos insectos.

Las medidas para erradicar la proliferación de la llamada polilla de boj ha incluido en los últimos días el cierre de los grandes jardines públicos de Vega de Arriba para poder pulverizarlos. Esta zona del Mieres es posiblemente la más castigada por esta especie invasora que come las hojas de los árboles. Los vecinos ya habían advertido de que estos insectos estaban destrozando los arbustos del populoso barrio. La polilla de boj procede de Asia y llegó a Europa hace poco. El primer caso se detectó en Alemania en el año 2006 y, de allí, se expandió al sur del continente.

Otra oruga, la procesionaria, obligó a cerrar a principios de marzo el parque para perros situado junto a Barredo. Los usuarios se movilizasen para exigir medidas que pusieran freno a la proliferación de estas orugas. Un grupo de propietarios presentó en el Ayuntamiento un centenar de firmas reclamando la erradicación de los nidos de estas larvas, a las que son alérgicos cerca del 10 por ciento de la población. Denuncian que las orugas han causado daños a dos perros. Desde entonces el Consistorio ha hecho numerosas actuaciones para combatir a estas larvas urticantes, con limpiezas especiales, entre otros lugares, en Figaredo, Turón, Vega de Arriba y Barredo.

Contras las orugas se está actuando con ataques masivos contra las poblaciones, pero contra la avispa asiática el Ayuntamiento ha optado por una estrategia más parecida a la guerra de guerrillas. Se han colocado más de 150 trampas para intentar combatir la proliferación de la peligrosa vespa velutina. El procedimiento se centra en lo que se denomina una actuación de trampeo de reinas, con un total de entre 150 y 170 trampas por todo el concejo, centrándose sobre todo en las cercanías de los cauces de los principales ríos del municipio, ya que el personal experto en este ámbito advierte de que los ríos son sus principales vías de dispersión. El Ayuntamiento ha invertido hasta la fecha 4.500 euros en esta medida, que se enmarca dentro de la labor de información, concienciación y actuación ante la aparición desde hace unos años de la avispa asiática en Asturias.

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